Máxima de los Países Bajos es una de las royals más elegantes de la realeza europea y es muy respetada por su fino y sofisticado estilo. Su histrionismo y carácter la ha llevado a ser muy querida por su pueblo, que la adoptó naturalmente como su reina. La argentina es amante de la bijouterie y entre sus joyas más preciadas hay tres pulseras muy especiales.
Las pulseras que la reina Máxima guarda entre sus tesoros más importantes fueron un regalo del del rey Guillermo. Este regalo especial lo ha lucido en algunas contadas apariciones públicas, solo para ocasiones especiales. Tienen un valor mucho más grande que el oro con el que fueron confeccionadas y las piedras preciosas que utilizaron los orfebres que las fabricaron.
Las pulseras que le regaló el rey Guillermo a Máxima tienen grabado el nombre de sus tres hijas. Amalia, La primogénita y heredera al trono, Alexia, de 17 años, quien ha sido catalogada como la más “rebelde”; y Ariane, de 15 años, la más chica de la familia real. De esta manera, queda claro por qué son tan importantes estas pulseras.
Las tres hijas de Guillermo y Máxima han tenido una crianza muy particular. Amalia, que será la futura reina, estudió en escuelas públicas, al igual que sus hermanas. Para la Casa de Orange- Nassau educar en valores cercanos al pueblo de los Países Bajos a las herederas ha sido una prioridad. Al igual que su madre, siempre han intentado mostrarse cerca del sentir del pueblo holandés.
La reina Máxima, con su carisma, ha generado que esa cercanía con el pueblo sea más fácil de lograr. Su espontaneidad y simpatía la han llevado a un nivel de popularidad muy alto. Sus hijas han tomado como ejemplo el rol que cumple su madre y buscan imitarla, cada una con su personalidad.