El príncipe Harry disfruta hoy de una buena imagen pública. Padre de familia y un matrimonio envidiable con la bella Meghan Markle. La sociedad inglesa y el resto del mundo lo sienten como una buena y sana persona que solo intenta ser feliz alejado de todas las ostentaciones y despilfarros que genera la familia real inglesa.
Bien es sabido que él y su esposa renunciaron a sus obligaciones y beneficios como miembros de la familia real y ahora viven en Estados Unidos como cualquier otra persona que debe ganarse la vida. Sin dudas que toda esta situación ha hecho que las personas que no aprueban las monarquías vean como un ejemplo al príncipe Harry, quien ha dado la espalda a todo eso.
Pero la realidad es que no siempre el príncipe Harry gozó de esta buena reputación. El muchacho tiene un pasado un tanto oscuro el cual ha dejado secuelas hasta el día de hoy. Una de sus peores actuaciones sucedió en la famosa ciudad del pecado, Las Vegas, Nevada, Estados Unidos. Corría el año 2012 y un descontrolado príncipe Harry visitaba la gran ciudad que nunca duerme junto con varios amigos para divertirse un poco. Lamentablemente para él y toda su familia real las cosas se le salieron un poco de control y terminó siendo fotografiado completamente desnudo y en completo estado de ebriedad.
Por supuesto que la prensa amarillista aniquiló al muchacho y las principales revistas publicaron en sus tapas las vergonzosas fotografías como si fueran un trofeo de batalla para hundir más al príncipe Harry.
Aquel momento todavía se repite hoy día ya que una de las strippers que estaba aquella noche se quedó con la ropa interior del príncipe Harry y tiene pensado subastar la prenda al mejor postor. Las malas lenguas afirman que comenzará dicha subasta en 10 mil euros aunque espera conseguir mucho más por esa prenda tan valiosa para la historia inglesa.