En los últimos tiempos, la imagen de la Princesa Charlenne de Mónaco ha sufrido algunas controversias por diversos sucesos que ha tenido que pasar. La grave enfermedad que contrajo en su viaje a Sudáfrica. Los fuertes rumores de divorcio y lo endeble de su matrimonio con el príncipe de Mónaco montaron sobre su imagen un manto de dudas y recelos sobre Charlenne de Mónaco.
A todo eso ahora también se debe sumarle la imagen de su querido hermano, Gareth Wittstock que por diversos motivos la familia real no termina de aceptar. Si ya la relación no era la mejor y existían ciertas fricciones, la presencia de este muchacho no colabora mucho.
Al parecer sus constantes apariciones en los eventos familiares reales han comenzado a incomodar a alguno de los integrantes de la familia. Muchos no entienden el motivo por el que está tanto junto a su hermana, la Princesa Charlenne de Mónaco. No consideran necesaria su constante presencia en todos lados.
Ingeniero informático de formación e inversor en las franquicias de Starbucks en el Principado, está al frente de la Fundación Princesa Charlène como secretario general. De hecho, no se le conoce más actividad que el estar al lado de su hermana. Esto no está muy bien visto de cara a la sociedad ya que muchos lo consideran un acomodado de la sociedad tan solo por ser el hermano de la princesa.
Gareth Wittstock acude puntualmente a algunos de los eventos de la familia (del Baile de la Rosa al Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco) y se ha asomado al balcón del palacio el Día de la Fiesta Nacional, un protagonismo que no se termina de entender en el Principado. De manera un tanto sarcástica y para visibilizar su descontento, la élite de Mónaco ha llamado al hermano de la Princesa Charlenne de Mónaco, “el conde de Mónaco” siendo que en realidad no tiene ningún título.