Ser integrante de una familia real Europea te abre las puertas a innumerables beneficios dentro de una exclusiva comunidad de personas altamente agraciadas. Existen incontables cantidades de eventos todas las semanas de diversos reinados que por supuesto invitan y agasajan a los miembros de otros reinos con el fin de vivir en comunidad, paz y armonía.
Es una muestra de respeto y camaradería la interacción entre los distintos reinos europeos y por sobre todo una manera de realizar lazos políticos y diplomáticos dentro de las naciones. Es por ello que cada evento es una nueva oportunidad para invitar a la mayor cantidad de reyes, príncipes, duques y cuanto título exista de los distintos países para generar nuevas amistades.
Pero existe un caso atípico con un miembro de la familia real de Mónaco y esta es Alexandra de Hannover, famosa por ser la hija favorita de Carolina de Mónaco. Pero Alexandra tomó una decisión en el año 2018 que cambió para siempre su situación con respecto a su título. Aquel año abandonó la religión luterana que la acredita como princesa de Hannover para comenzar a practicar el catolicismo y de este modo perder credibilidad ante la sociedad real europea.
Debido a un noviazgo con Ben Sylvester Strautmann, joven multimillonario alemán, heredero de una de las mayores fortunas alemanas, ella decidió permanecer en Mónaco, alejándose de la familia real de Hannover, lo que le causó perder gran parte de su poder real en Europa.
Al generar una ruptura total con Ernesto de Hannover perdió mucho terreno y derecho por lo que pasó a ser lo que comúnmente se conoce como princesa “Light” la cual no está incluida en los principales eventos de las diversas monarquías. Un ejemplo fue el cumpleaños número 18 de la princesa Ingrid de Noruega donde estuvo presente toda la aristocracia y Alexandra de Hannover lamentablemente no ingresó en la prestigiosa lista de invitados.