Luego de varias especulaciones se supo que los corgis de la reina Isabel II estarán bajo el cuidado del duque y la duquesa de York. Si bien el matrimonio se encuentra separado desde hace años, Andrés y Sarah comparten residencia en Royal Lodge, propiedad de Windsor. Además es conocido el dato de que la duquesa compartió con la reina su amor por los animales.
Sarah Ferguson se acercó en los últimos años a la reina Isabel II ya que compartían el interés por los perros y los caballos. Hasta el momento de su muerte la reina contaba con 4 perros dos corgis galeses de Pembroke de nombres Muick y Sandy, una dorgi llamada Candy y una cocker spaniel de nombre Lissy.
Andrés y Sarah tomarán a su cargo a los corgies Muick y Sandy, mientras que acerca de la custodia de la dorgi y de la cocker aún no certezas aunque sí muchas hipoétesis. La reina Isabel II creó la raza "dorgi" una mezcla de corgi con dachshund cuando decidió cruzar el perro salchicha de su hermana la princesa Margarita.
La historia de la reina Isabel II junto a sus corgis se remonta a 1944, cuando tan sólo tenía 18 años y su padre el rey Jorge VI le regaló a una cachorra de nombre Susan. Fue tal el apego de la soberana para con su mascota de compañía que decidió comenzar la crianza de la raza y además la llevó a su luna de miel.
La reina Isabel II llegó a poseer docenas de corgis, de hecho uno de ellos, llamado Willow, la acompañó en su actuación junto a james Bond para la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres en el año 2012. Cuando Willow murió con 14 años, la reina no quiso seguir criando corgis, para evitar dejarlos solos en el momento de su muerte, sin embargo su hijo Andrés, le regaló nuevos cachorros que son de los que se ocupará junto a su ex esposa.