Camilla Parker es la actual Reina consorte del Reino Unido, y este cambio se produjo el pasado 8 de septiembre cuando falleció la Reina Isabel II. Desde que se conoció la noticia del fallecimiento de la Reina Isabel II, mucho se ha dicho sobre cómo será el futuro reinado de Carlos III y Camilla Parker, e incluso se ha especulado mucho sobre ciertas joyas malditas que la Reina consorte recibirá.
Hay una joya en particular que está despertando la curiosidad de los fanáticos de los historiadores expertos en realeza: el mítico diamante Koh-i-noor, el cual volverá a ser usado tras más de 70 años sin Reina consorte. Se dice que esta joya está maldita y que conserva una historia sangrienta, y será Camilla Parker la responsable de portarlo.
La última Reina consorte en portar el diamante fue la madre de la Reina Isabel II, Isabel Bowes-Lyon, quien portó la joya desde 1936 y hasta la muerte de su marido, el rey Jorge VI, en 1952. La coronación del Rey Carlos III será en el 2023 y hasta ese entonces Camilla Parker no podrá portar el diamante Koh-i-noor (también conocido como 'Montaña de Luz'). En la coronación, minutos después de que el Rey Carlos III reciba la Corona de San Eduardo que le corresponde, Camilla Parker será coronada por el arzobispo de Canterbury con la 'Corona de la Reina Madre'.
¿Por qué está maldito el diamante Koh-i-noor?
El diamante de 105,6 quilates que usará Camilla Parker posee una trágica y sangrienta historia detrás, ya que el mismo su adquirido por el Imperio Británico durante un saqueo que realizó en el sur de la India en el siglo XIII. Algunos hindúes creen que es la gema Syamantaka de los cuentos Bhagavad Purana del dios Krishna. Se dice que quien porte este diamante experimentará una gran desgracia o que sufrirá espiritualmente derramamiento de sangre.
¿Desde cuándo están casados Camilla Parker y el Rey Carlos III?
Camilla Parker se encuentra casada con Carlos, el primogénito de la Reina Isabel II, desde 2005, cuando la monarca aceptó su romance de hace 30 años tras la muerte de Diana Spencer, de quién Carlos se había divorciado en 1996. Decimos aceptó ya que la monarquía mantenía una política muy estricta donde no se aceptaban matrimonios entre personas divorciadas.