El Rey Juan Carlos I nunca quiso a Iñaki Urdangarin. Desde el principio el que fue monarca de España desconfió del que fue jugador de balonmano. Había algo en el que no le gustaba y no quería verlo junto a su hija, la infanta Cristina de Borbón e intentó todo para separarlos, pero no pudo hacerlo.
En el documental “Cristina de Borbón. Rota de amor”, se confirmaron algunos datos que eran vox populi. Por ejemplo, el hecho de que al Rey Juan Carlos I no le agradó para nada enterarse de la relación de la infanta Cristina con Iñaki Urdangarin, más allá de que con el tiempo tuvieron una relación fluida.
Incluso, el Rey Juan Carlos I intentó separar a la infanta Cristina de Iñaki Urdangarin. El documental no dice mucho sobre que le haya expresado este deseo a su hija, pero sí que intentó hacerlo de otra manera, a través de una campaña mediática para que fuera la opinión pública la que presionara para que la pareja se separase y nunca se llegara un casamiento.
En contra de los deseos del Rey Juan Carlos I, la campaña mediática provocó todo lo opuesto al objetivo del monarca. Esto, porque la infanta Cristina y Uñaki Urdangarin le demostraron a toda España que estaban más que enamorados y la historia de ellos llegó al altar en 1997, en una boda que todos pudieron ver por televisión y para la que el Rey Juan Carlos I y el resto de la Familia Real usaron la mejor de sus sonrisas para pasar el mal trago.
Con el paso del tiempo, el Rey Juan Carlos I y Uñaki Urdangarin tuvieron una relación más fluida, pero todo se terminó cuando el caso Nóos salió a la luz en el 2010 y salpicó a la Familia Real. El jugador de balonmano fue procesado, declarado culpable y terminó en la cárcel de Brieva, donde la infanta Cristina lo visitaba, pero con Juan Carlos I no hubo la misma suerte.
Al mismo tiempo, la situación judicial de Uñaki Urdangarin fue parte de los problemas matrimoniales que tuvo con la infanta Cristina y que concluyeron con su separación en enero de este año, luego que aparecieran fotos de él con Ainhoa Armentia. Al final, el Rey Juan Carlos I parece haber tenido razón en desconfiar de él.