Ser una figura pública trae muchos beneficios pero a la vez son muchos los riesgos que uno corre, sobre todo si eres alguien con mandos directivos como los reyes y los príncipes. Históricamente han existido los atentados contra personalidades del mundo. J.F. Kennedy lo sufrió en carne propia y finalmente murió, el Papa Juan Pablo Segundo, George Bush y un sin fin de líderes que fueron víctimas de un atentado por estar tan expuestos.
Aunque no lo creas, quien también sufrió este tipo de atentados fue el actual rey de Inglaterra, Rey Carlos III, quien afortunadamente salió vivo del ataque pero perfectamente podríamos estar hablando de una gran tragedia en la historia de la familia real británica. La exposición a la que se someten puede llevarlos a estar al borde del abismo y en ocasiones es imposible que su seguridad pueda llegar a hacer algo para detenerlo.
El asunto le sucedió a Carlos III en 1994, quien en ese entonces era el Príncipe de Gales y visitó Australia en una misión oficial. Allí, cuando estaba en el escenario a punto de dar un discurso, se escuchó un disparo que asustó a toda la audiencia. Sin embargo, Carlos III no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, por lo que se lo pudo ver la expresión de desconcierto en su cara.
En cuestión de segundo se pudo escuchar dos disparos en un lapso de pocos segundos y repentinamente un seguridad de la familia real empuja al por entonces Príncipe de Gales y es allí cuando se puede ver al agresor rodeado de infinidad de guardias de seguridad impidiendo que se acerque al Rey Carlos III.
Lo curioso es que luego del atentado el Príncipe de Gales continuó con la ceremonio y realizó su discurso como si nada hubiese pasado. El show debe continuar.