Muchos consideran que los royal son personas sumamente afortunadas que tienen su riqueza meramente por hijos de reyes y que no se han valido jamás por ellos mismos. Hay un gran puñado de personas que están en contra de la monarquía por considerar a sus miembros tan solo unos mantenidos por la sociedad. Bueno, al parecer este no es el caso en lo más mínimo de Máxima de los Países Bajos.
El caso es que ella previo a casarse con el rey de Países Bajos era una excelente estudiante universitaria que era muy buena para los negocios y que supo sedimentar en Argentina (su país de origen) una red de negocios y de contactos que a día de hoy todavía le sirven como plataforma de negocios.
Entre los grandes contactos que tiene se encuentra Juliana Awada, ni más ni menos que la esposa del ex presidente de la nación, Mauricio Macri, con quien mantiene fuertes vínculos comerciales. A su vez Máxima tiene casas, fincas y negocios en Argentina”, la reina consorte de los Países Bajos es dueña del Hotel Pipilcura, también conocido como Estancia Pipilcura, que es un exclusivo e íntimo hotel ubicado en las inmediaciones de San Carlos de Bariloche.
Pero las cosas no quedan allí. Ella y su esposo son titulares de la propiedad de casi 3 mil hectáreas sobre el río Pichi Leufú, a 30 kilómetros al noreste del Aeropuerto Internacional de Bariloche, y a 7,5 kilómetros al este del curso del río Limay”.
Sí es verdad que tuvo algunas complicaciones con la Hacienda de Países Bajos por no haber declarado unos arreglos que realizó en dichas propiedades lo que derivó en una denuncia y la crítica de la sociedad de dicho país. Lo que sí es importante destacar es que ella jamás dejó de trabajar y de generar riqueza para ella y su familia.