Son muchos años los que han pasado desde que Lady Di falleció en aquel lamentable accidente automovilístico en París siendo perseguida por los Paparazzis. Desde aquel momento su figura pasó a la inmortalidad y seguramente será recordada como la royal más querida de la historia. Es una realidad que la recientemente difunta Isabel II también caló hondo con el corazón de los ingleses y quizá esté entre ellas dos el miembro de la familia real más querido.
Lo curioso es que por algún motivo que no está muy claro, la Reina Isabel II nunca aceptó del todo la personalidad alegre, descontracturada y relajada de Lady Di, ya que su parecer la familia real debe mantener la compostura en todo momento y guardar una imagen de gente más reservada y pulcra. Al parecer Lady Di no cumplía con esos requisitos tan serios y eso las distanciaba.
La personalidad de la reina Isabel II era muy fuerte, pero la de Lady Di quizá lo era aún más y jamás se dejó intimidar independientemente de que fuera su suegra y reina de todos los ingleses. Solían tener sus fricciones y hubo un día que esa tensión llegó a su punto más álgido y todo por un detalle en una comida.
Al parecer Lady Di era una gran amante de los frutos de mar y las ostras y en una cena ella decidió que aquello sería el plato principal. El asunto conflictivo radica en que ella sabía que esos platos no eran del agrado de la reina quien no era muy fan de los platillos marinos.
Evidentemente la reina asumió que esos platillos pedidos por Lady Di eran una declaración de guerra y una ofensa y decidió aventar su plato por los aires sumamente enfadada con su nuera. Lo dicho, las cosas nunca fueron fáciles entre ellas dos.