Las monarquías europeas ha alcanzo la paridad de género, y aunque en España todavía queda reglamentar el procedimiento que ponga fin a la ley Sálica que regula la sucesión en favor de los varones, ya todos aceptan de hecho que la sucesora de Felipe de Borbón será su primogénita, Leonor.
Las princesas que van a reinar los destino de Europa en los próximos años son casi de la misma generación. Salvo por la mayor, Victoria de Suecia, de 46 años, todas son parte de la generación Z o posmilénica: nacidas en los primeros 2000 y ciudadanas digitales desde sus cunas doradas. En el grupo están también Ingrid de Noruega, que cumplió 19 en enero, Isabel de Bélgica, de 21, y Amalia de Holanda, de 19 cumplidos en diciembre. Modernas y con perfiles similares, en sus manos quedará el futuro de la monarquía europea.
Victoria de Suecia, la pionera
La princesa Vitoria de Sucia nació el 14 de julio de 1977, fue un shock: se esperaba que la primogénita de Carlos Gustavo de Suecia y la reina Silvia fuera un varón. Y la sorpresa –o la decepción– fue doble, porque los médicos dijeron que la reina ya no podría tener más hijos. Victoria fue criada desde ese momento para asumir la responsabilidad mayor, pero no fue fácil. Había estudiado inglés en Boston y alemán en Berlín y, tras pasar un año en la Universidad Católica de Angers, Francia, y recuperarse de su trastorno alimentario, viajó a estudiar Ciencias Políticas e Historia en Yale.
Isabel de Bélgica, la precoz
Isabel de Brabant llegó al mundo el 25 de octubre de 2001, exactamente diez años después de que su país aboliera la ley Sálica. La hija mayor de Felipe y Matilde de Bélgica nunca tuvo dudas de que sería reina, la primera entre los belgas. Sus padres prefirieron aliviar su carga y que, en lugar de eso, pasara dos años en el bachillerato internacional UWC Atlantic College de Gales, el mismo donde estudian las princesas Leonor de España y Alexia de Países Bajos.
Amalia de Orange, heredera de una dinastía de reinas
Amalia de Orange tiene 19 años y cuando suceda a su padre se convertirá en la cuarta soberana de su país, detrás de su tatarabuela Guillermina, su bisabuela Juliana y su abuela Beatriz. Fue a una secundaria pública en La Haya, cerca de la residencia familiar en el palacio de Huis Ten Bosch. Estudia una carrera que suma Políticas, Psicología, Derecho y Economía en la Universidad de Ámsterdam. Además de holandés y español –su lengua materna, que habla en perfecto porteño– domina el inglés, el alemán, el latín y estudia chino mandarín.
Ingrid, la IT Queen noruega
Ingrid de Noruega fue criada para evadir las tradiciones: sus padres se conocieron en un festival de rock y vivieron juntos antes de casarse, ella ya tenía un hijo de una relación anterior con un traficante de drogas y costó que se ganara el respeto del pueblo. Sin embargo, su primogénita parece ser la más discreta del club de las nuevas herederas. Ingrid tiene 19 años y heredó la belleza de su madre. Fue la primera miembro de la casa real noruega en hacer la primaria en una escuela pública.
Leonor de Borbón, estilosa como su madre
La princesa Leonor es la menor del club de herederas. Como todos en su familia, es una eximia amazona y también esquía. Será, cuando su padre abdique y la ley lo permita, la primera reina titular en España desde 1868. En el UWC Atlantic College de Gales es una más, como Isabel de Bélgica y Alexia de Orange, la hija del medio de Máxima y Guillermo de Holanda. Si su padre le dio el linaje, lleva en su ADN el estilo de la reina Letizia: se viste con diseñadores españoles y le gusta la ropa simple y sin excesos.