La Parroquia de San Román fue el templo escogido, una Iglesia muy unida a la Casa de Alba, donde también fue bautizado hace más de tres décadas el padre de Sofía y su tío, el conde de Osorno. La pequeña llevó un batón en beige perteneciente a la familia Alba con el que han sido bautizados varios miembros de la casa ducal.
Tras la ceremonia religiosa, Fernando y Sofía junto a la pequeña, que se llama igual que su madre, se trasladaron hasta la Iglesia de Los gitanos donde la hija de los duques de Huéscar fue presentada ante la Virgen de las Angustias y donde reposan las cenizas de su bisabuela la duquesa de Alba. Al igual que su hermana Rosario, Sofía recibió la medalla como hermana de la hermandad de los gitanos a la que pertenecen todos los miembros de la familia Alba
El pasado sábado 14 de octubre la familia Alba volvió a reunir a parte de la familia. El motivo no era otro que el bautizo de Sofía Fitz-James Stuart Palazuelo, la segunda hija de Fernando Fitz-James Stuart y Solís y Sofía Palazuelo, duques de Huéscar. La pequeña, de diez meses fue bautizada en la parroquia de San Román en la capital andaluza, una ciudad con mucho significado y arraigo para la familia Alba, una de las casas ducales más importantes de España.
¿Cómo fue el bautizo?
A las 20.00 horas, en un sábado con un calor de justicia, llegaban los duques de Huéscar con su hija Sofía en los brazos de su madre y la primogénita del matrimonio, Rosario Cayetana, la futura duquesa de Alba, para recibir las aguas bautismales en la misma Iglesia donde hace más de tres décadas fue bautizado su padre, el duque de Huéscar y su tío Carlos, conde de Osorno y donde hace dos años recibió las aguas bautismales su hermana Rosario. La pequeña Sofía, con unos impresionantes ojos azules, muy espabilada, como si ya estuviera acostumbrada a los flashes de los fotógrafos, se mostró muy tranquila y poso para los reporteros gráficos junto a sus padres.
Sofía vistió un batón en beige con una larga tradición familiar. La pequeña lució para su bautizo un traje de cristianar en beige perteneciente a la Casa de Alba y que han sido bautizados varios miembros de la casa ducal y el mismo que utilizó su hermana mayor hace dos años y su padre cuando recibió este mismo sacramento en 1990 y en la misma pila bautismal.
Los looks del evento
Sofía Palazuelo, a juego con el faldón que lució la pequeña, escogió un elegante conjunto formado por tres piezas firmado por Jantaminiau, el diseñador de la reina Máxima Zorreguieta. La esposa de Fernando Fitz-James Stuart y Solís iba espectacular para un día tan importante como el del bautizo de su segunda hija. La aristócrata optó por un top de escote en pico y cuello halter sin mangas y un pantalón sastre en beige que combinó con una estilosa capa en los mismos tonos, destacando el llamativo estampado floral en los lados y en la solapa de la misma. Completó su look con unas espectaculares sandalias de terciopelo con tiras trenzadas y tacón cuadrado de la firma Flordeasoka. Su marido, el duque de Huéscar optó por un elegante traje de chaqueta azul marino, similar al de su padre, el duque de Alba, que posó emocionado y orgulloso junto a su hijo, su nuera y sus nietas. Destacó que la pequeña Sofía se había portado muy bien y que es una niña buenísima. “Ha sido un día muy emotivo, con muchos recuerdos y muy emocionante”, confesó el feliz abuelo.
Los padrinos de la pequeña, que ha recibido los nombre de Sofía, Fernanda, Dolores, Cayetana, Teresa, Ángela de la Cruz, Micaela del Santísimo Sacramento del Perpetuo Socorro, de la Santísima Trinidad y de Todos los Santos, fueron Matilde Solís-Beaumont Martínez-Campos, abuela paterna de Sofía y Jorge de Rojas Villavecchia, íntimo amigo del duque de Huéscar desde pequeños.
La ceremonia religiosa fue oficiada por el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, quién casó a los duques de Huéscar, a los condes de Osorno hace dos años y a la añorada Cayetana Fitz-James Stuart con Alfonso Díez.
Finalizada la ceremonia religiosa, Sofía junto a sus padres y su hermana Rosario, la heredera del ducado de Alba se dirigieron hasta la Iglesia del Valle, sede de la Hermandad de Los Gitanos, una basílica con mucho arraigo en la Casa de Alba cuyo templo restauró doña Cayetana y donde reposan sus cenizas. De hecho la aristócrata fallecida en el 2014 fue hermana de esta cofradía y Camarera de honor de María Santísima de las Angustias y recibió la medalla de oro de la corporación. Su bisnieta, de nueve meses de edad, recibió la medalla de la Hermandad de los gitanos acreditando que ya pertenece a esta histórica cofradía para la casa ducal de Alba al igual que todos los miembros de esta noble familia.
El acto en el interior de la Iglesia de los Gitanos fue muy emotivo, con muchos recuerdos y con alguna que otra lágrima, pues el recuerdo de la añorada duquesa de Alba estuvo muy presente durante toda la ceremonia.
Los duques de Huéscar que fueron recibidos por el hermano mayor de esta cofradía, José María Flores Vargas, vivieron igualmente como padres momentos inolvidables y únicos al ser presentada la niña a la Virgen de las Angustias, de la que su bisabuela era una fiel devota.
A la salida de este emotivo acto, los padres de la pequeña nos confesaron que había sido muy bonito y que la ceremonia había estado llena de recuerdos a la abuela de Fernando. Finalizado el acto religioso, los duques de Huéscar junto a todos sus familiares y amigos se desplazaron hasta el Palacio de Las Dueñas donde tuvo lugar una cena servida por el catering sevillano Miguel Ángel y donde pudieron degustar productos típicos de la tierra. La fiesta finalizó con un espectáculo flamenco que duró hasta altas horas de la madrugada.
Invitados especiales
A este acontecimiento familiar asistió gran parte de la familia Alba como Eugenia Martínez de Irujo, acompañada de su marido, Narcís Rebollo. La duquesa de Montoro apostó por un vestido entallado, de manga larga y cuello subido, muy colorido y con motivos geométricos. Un estilismo firmado por una de sus marcas favoritas, IQ Collection de Inés Domecq, que quiso complementar con unas altísimas sandalias de tacón de plataforma. Feliz junto a su marido Narcís Rebollo, demostraron ser la viva imagen de la felicidad. Su hermano Cayetano, conde de Salvatierra era uno de los invitados más esperados y el que más expectación causó tras el reciente enfrentamiento que ha tenido con su hermana Eugenia que vuelve a distanciarse por temas familiares. El duque de Arjona y conde de Salvatierra declaró la pasada semana a la periodista Ana Rosa Quintana que, de sus seis hermanos, sólo tiene relación con Fernando, quien también estuvo el pasado fin de semana en el bautizo de su sobrina nieta.
Cayetano y Eugenia se reencontraron en el bautizo de Sofía, lo que no hemos podido saber si han hablado y suavizado las cosas tratándose de un gran encuentro familiar. “Eugenia y yo hemos pasado por varias etapas y ahora estoy pendiente de tener una conversación a fondo para empezar de cero, una nueva relación”, confesó en el programa Tardear.
A su llegada a la parroquia de San Román, Cayetano Martínez de Irujo fue preguntado por los periodistas sobre esta disputa familiar que le mantiene enfrentado a parte de sus hermanos. El aristócrata fue tajante y rotundo al afirmar que lo más importante para él es “su familia”, refiriéndose a sus hijos, los mellizos Luis y Amina que trabajan los dos en el extranjero.
La complicada y delicada situación por la que pasa la relación de Cayetano con sus dos hermanos Alfonso y Eugenia parte de una sociedad que los tres tienen en común y que el conde de Salvatierra mantiene que este conflicto ya está afectando a su participación. “Es incomprensible que me pidan tres veces el mismo importe por la sociedad y encima me bloquean la sacada de créditos. Es algo insólito. Nadie con sentido común puede entenderlo”.
También vimos a los condes de Osorno, Carlos Fitz-James Stuart y una embarazada Belén Corsini, los tíos de la pequeña Sofía. La nuera del duque de Alba volvió nuevamente a dar una gran lección de estilo y destacó por ser una de las más elegantes a este evento familiar. La condesa de Osorno optó para este caluroso día en la capital andaluza por un conjunto de dos piezas de Es Fascinante, formado por un vestido estampado geométrico y cuello halter que combinó con una media capa en azul noche que cubría los hombros y la espalda. Completó su look con un bolso abanico natural firmado por Zahati. Jacobo Fitz-James Stuart Fernández de Castro y su mujer, Asela Pérez Becerril, Alfonso Díez, el viudo de la duquesa de Alba completaron la lista de la familia Fitz-James Stuart. Tampoco faltaron las abuelas de la pequeña Sofía, Matilde Solís y Sofía Barroso que se mostraron muy felices con esta reunión familiar.
Fernando Solís Tello junto a su mujer Eva Morejón y Enrique Solís, hijos de Miguel Ángel Solís-Beaumont Martínez- Campo, marques de la Motilla, y Carmen Tello, primos hermanos del duque de Huéscar y el conde de Osorno tampoco quisieron faltar a esta cita.
Completaron la lista de invitados autoridades y personalidades de la sociedad sevillana; María Luisa Guardiola y Luis Manuel Halcón de la Lastra, condes de Peñaflor, el cónsul honorario de Bélgica en Sevilla, José Antonio Ruiz-Berdejo, que lo hizo acompañado de su esposa Alessandra Gorla que llegaron al templo junto a su primer hijo en común. El cónsul, ex cuñado de Pablo de Grecia y Marie Chantal Miller, acudió a esta celebración con la mujer con la que ha rehecho su vida. La italiana que es doctora en informática, especialista en derecho informático y profesora en varias universidades italianas lució un elegante vestido y fue otra de las invitadas que más llamó la atención por su estilo y elegancia.