Genoveva Casanova, otra de las grandes ausentes, quiso dejar un bonito mensaje a la que fue su suegra: “Te echo tanto, tanto de menos…Tu cariño, tu sentido del humor, tu forma tan maternal de preocuparte y de cuidarnos” “Cómo quisiera que no te hubieras ido . Aunque a veces te siento aquí, junto a mí”, han sido las emocionantes palabras que ha querido dedicar a la abuela paterna de sus hijos
Su viudo, Alfonso Díez, Carmen Tello junto a Curro Romero y los doctores que atendieron a la duquesa de Alba en los últimos días de vida, Francisco Trujillo y Miguel Muniain, fueron algunos de los amigos que quiseron recordarla en este día.
Sevilla sigue echando mucho de menos a la que fuera la aristócrata más singular de los últimos tiempos. Genuina, divertida, solidaria, humana y amante de Sevilla, donde descansan parte de sus cenizas y donde cada veinte de noviembre la capital andaluza sigue recordándola porque su esencia sigue estando en muchos rincones y lugares de la que fue su ciudad favorita, a la que amaba, donde decidió vivir y donde quisó que sus restos descansarán. Nueve años han pasado ya desde que Cayetana Fitz-James Stuart nos dejará y sus hijo Cayetano sigue organizando una misa en su memoria. El pasado lunes, aniversario de su fallecimiento, su hijo Cayetano Martínez de Irujo, duque de Arjona, como cada año, quiso rendirle su particular homenaje, organizándole una misa en la Iglesia de los Gitanos, a la que era fiel devota y en cuyo panteón de esta misma capilla reposan sus cenizas.
Pero si la capital andaluza la echa de menos, su hijo Cayetano no hay un sólo momento que no la recuerde. El conde de Salvatierra y duque de Arjona la sigue extrañando y la recuerda cada día. Emocionado, con lágrimas en los ojos y muy apenado, el aristócrata, acompañado por su pareja, Bárbara Mirjan, fue el único de la Casa de Alba que estuvo presente en la misa en recuerdo a su madre, en el noveno aniversario de su fallecimiento.
La misa, oficiada por el canónigo de la Catedral de Sevilla Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, fue muy emotiva y el duque de Arjona no pudo evitar emocionarse en algunos de los momentos de la misma. El sacérdote, gran amigo de la familia Alba, confesor personal de la difunta Cayetana y el encargado de casar a los duques de Huéscar, tuvo unas bonitas palabras y destacó de la duquesa de Alba que «pudo saber lo que es la caridad» y es que «fue una señora de los pies a la cabeza que hizo que todos la quisieran».
En este emotivo día quisieron acompañar a Cayetano , el viudo de su madre, Alfonso Díez Carabantes, Carmen Tello junto a Curro Romero y los doctores que atendieron al a aristócrata en los útimos días de su vida, Francisco Trujillo y Miguel Muniain.
Al término de la ceremonia religiosa pudimos conversar con el duque de Arjona que atendió amablemente a las preguntas de la prensa. El aristócrata nos habló de la actual relación con sus hermanos, de sus hijos y del momento por el que atraviesa su ex mujer y la madre de sus hijos, Genoveva Casanova, tras las imágenes publicadas con Federico de Dinamarca. La mexicana tras la publicación de las fotografías decidió poner tierra de por medio con rumbo al Norte de España para evitar el acoso mediático.
-Cayetano, nueve años sin ella, cómo pasa el tiempo...imagino que todos los días la recuerda pero el día de su aniversario será un día más especial para usted...
- Pues sí. Lo mínimo que se merece mi madre es un recuerdo una vez al año por todo lo que nos ha dado a sus hijos. Hay que hacerle un homenaje cada año y recordarla. Todo aquel que lo sienta y lo desee puede venir. Ignacio, el sacerdote, la conocía muy bien y la quería mucho. A mí, mi madre no se me olvida, pero te recuerda más cuando una persona ha sido tan grande y ha hecho tanto. Mi madre fue una persona tan grande y ha hecho tanto que merece más la pena y ella se lo merece. Está siempre conmigo, me ayuda mucho porque así lo siento.
- Hoy es el día en que se celebra pero al final se la recuerda todos los días, ¿verdad?
-Sí claro. Yo le traigo flores de vez en cuando. Hoy especialmente. Aunque echo mucho de menos la ausencia de mis hijos y de Genoveva que ha dejado un mensaje muy bonito en sus redes sociales.
-Su hermana Eugenia también ha querido recordarla con un emotivo mensaje…
-Ah, pues muy bien.
-Sus hijos no han podido estar hoy con usted…
-Mis hijos están trabajando y les ha sido imposible desplazarse. Pero estoy inmensamente feliz porque los dos tienen unos trabajos estupendos. Estoy muy orgulloso de Luis y Amina.
-Cayetano, es inevitable que le tengamos que preguntar por Genoveva, ¿Cómo se encuentra ella tras esta tormenta mediática?
-Está mal. Lo que esta padeciendo es un linchamiento fuera de toda la lógica. Lo ha sentido mucho el no poder estar aquí hoy con nosotros.
-Imagino que usted también estará sufriendo muchísimo al verla pasar por esta complicada situación…
-Evidentemente, la quiero mucho. Es mi familia, ella, mis hijos, Bárbara y Margarita, la hija de mi nany son mi familia.
-Esperemos que a Genoveva no le afecte demasiado a su salud todo este asunto…
-Eso es lo que me preocupa. Me preocupa muchísimo Genoveva. La cuido en todos los sentidos. No sólo es la madre de mis hijos, es que la quiero personalmente muchísimo. Ha pasado un par de semanas muy agraviada con su problema pulmonar. El lichamiento salvaje este es descomunal pero se le dará respuesta donde corresponde.
-Y de sus hermanos, ¿tiene claro que no vendrán?
-No sé que decirte. No voy a comentar nada al respecto. Sé que mi hermano Carlos está en Sevilla y Eugenia ha estado hace muy poquito tiempo. Pero prefiero no decir absolutamente nada.
-¿Confía que con su hermana Eugenia las aguas vuelvan a su cauce a corto plazo?
-Pues mira sólo puedo decirte que he estado como cinco meses mandandole mensajes para que nos sentemos y hablemos, no sólo como hermanos, sino como las personas. Si tenemos un problema lo hablamos y solucionamos. Tuve un par de respuestas y no me hablo nunca más. Alguien que no quiere ni hablar está todo dicho.
-Recuerda a su madre todos los días, pero ¿dónde la echa más de menos o dónde la tiene más presente?
-Pues mira cuando me pasa algo bueno digo, ¡mamá me estás ayudando! Cuando me equivoco digo ¡me has dejado sólo! Pero sobre todo con lo que nos ha dado a todos. Cada día le doy las gracias por la maravillosa finca que me ha dejado en la cual estoy haciendo rentable para poder vivir. En la vida hay que hacer lo que uno sabe, sé de hípica, de agricultura y hay que hacer lo que uno sabe. He creado una empresa agricola importante, inviertiendo y sin dinero. Con lo cual estoy muy contento y gracias a Dios va todo como tiene que ir. En eso estoy centrado. Gracias a ella estoy donde estoy.