Recientemente salió a la luz el famoso libro del Príncipe Harry “Spare”. El mismo se ha destacado por ventilar grandes secretos que estaban ocultos en lo más profundo de la intimidad de su familia. Secretos que no se debían saber y que por supuesto han dejado mal parados a varios de los integrantes más importantes de la familia real más importante del mundo.
El asunto es que no solo apunto contra su propia familia sino que a su vez ha confesado ciertas cosas personales que le ocurrieron a él mismo durante su participación con las fuerzas armadas de su país. Es sabido que el Príncipe Harry supo ser un gran soldado que se animó a combatir cuerpo a cuerpo con los militares británicos.
En el documental de Netflix se lo puede ver admitiendo como asesino a afganos en su paso por la militancia. "No es un número que me llene de satisfacción, pero tampoco me avergüenza" y llegó a describir a los talibanes como “piezas de ajedrez”. Tal confesión ha sido tomada como un insulto para la sociedad afgana y el grupo terrorista Al Qaeda ya ha pedido la cabeza del príncipe por sus terribles palabras en contra de su gente.
Ahora, su vida corre peligro, según publica Al Qaeda en su revista One Unmah, de la que se hace eco ABC. La publicación lanza amenazas envenenadas contra el hijo del monarca e insta a la Corona a reducir el coste en su seguridad para que sean "las manos islámicas las que se tomen su justa retribución, ya que los crímenes no caen por un estatuto de limitaciones y los hombres correctos caen tras él".
Las alarmas han saltado y se espera que se redoblen las fuerzas de seguridad alrededor del Príncipe Harry ya que en este tipo de situaciones las acciones por parte del grupo terrorista pueden ser impredecibles.