Sin duda alguna Lady Di siempre será un referente para la sociedad británica de todo lo que está bien en una mujer. madre y ciudadana. Su legado quedó para siempre marcado a fuego como una gran mujer en todos los aspectos importantes de la vida y el hecho de que su vida se haya apagado a tan temprana edad hizo que su mensaje tomara mayor relevancia con el paso del tiempo.
A través de su activismo y sus ideales que siempre pregonaba con gran orgullo consiguió que se la percibiera como mucho más que una simple royal. Al parecer todo esa carga de ideales y educación quiso transmitirles a sus hijos a los cuales les dejó un sin fin de frases sumamente positivas y esperanzadoras que dan al mundo un tinte mucho mejor.
Una de sus principales características era su humildad y respeto hacia el prójimo independientemente de su carácter de miembro de la familia real. Ella decía: "Mi padre me enseñó a tratar a todos por igual y espero que William y Harry sigan mi ejemplo” demostrando que en su ideal todas las personas merecen el mismo trato y mismo respeto independientemente de su condición en la vida.
Por otro lado hablando de las expectativas en la vida y de cómo ellas son las mismas para todos por igual, ella solía decir: “Quiero que mis hijos comprendan las emociones de las personas, sus inseguridades, la angustia de ellas y sus esperanzas y sueños” lo que significa que los sueños y las esperanzas son las mismas para todas las personas y que aunque lo tengas todo en al vida como es el caso de los niños royal, los sueños y la ilusión siempre tienen que determinar tu vida.
Todas ellos son conceptos sumamente profundos que son difíciles de ver en un mundo tan superfluo y repleto de apariencias como lo son las familias reales. Lady Di fue un faro de luz para todas las generaciones conscientes de saber lo que significa vivir una vida plena.