La reina Sofía está considerada como la royal más autenticada de todas. La esposa del Rey Juan Carlos viene de una familia con sangre puramente de la realeza. Si repasamos cada uno de sus antepasados encontraremos un árbol genealógico compuesto por diferentes casa reales de Europa. Todo está sintetizado en la monarca de la corona española.
La madre del Rey Felipe nació el 2 de noviembre de 1938 en Grecia y fue la primera hija del Rey Pablo I y la reina Federica. La realeza griega no permitía que una mujer fuera la heredera al trono y por eso su hermano Constantino II se quedó con el trono la muerte de su padre con tan solo 24 años. El linaje de la Reina Sofía tiene una combinación entre las Casas Reales más importantes de Europa.
La Reina Sofía es nieta de los Reyes Alfonso XIII y Victoria de España y tras casarse con el Rey Juan Carlos se transformó en la consorte de los españoles. Su abuela materna fue la reina Victoria de Battenberg de Inglaterra y su abuelo fue el rey Jorge I de Grecia. Por eso se considera que tiene la sangre azul más importante entre todas las royals del mundo.
Una infancia poco feliz
La infancia de la Reina Sofía no fue sencilla ya que junto a su familia debió abandonar Grecia para exiliarse en diferentes lugares. El motivo fue la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial y estuvo un tiempo en Egipto, Sudáfrica hasta instalarse en Inglaterra. Tras la finalización regresaron a su país y se restauró el trono a su tío, el Rey Jorge II.
Al poco tiempo su tío muere y el trono quedó en manos de su hermano Pablo, el padre de la Reina Sofía. En 1961 concurre a la boda de los duques de Kent donde conoció a su futuro esposo, el Rey Juan Carlos. Al año siguiente se celebró la boda en Grecia que contó con tres ceremonias. La madre del Rey Felipe debió convertirse al catolicismo romano para acceder a ser la reina consorte de España.