Máxima de los Países Bajos es, sin duda alguna, una de las royals más apreciadas. Su simpatía y forma de ser ante los demás han hecho que los neerlandeses la aprecien mucho. Las pruebas más importantes de esto son las muestras de afecto que recibe en cada aparición pública que realiza y en las que le cuesta muy poco romper el protocolo.
Una de sus últimas apariciones, mientras prepara junto al rey Guillermo Alejandro de Países Bajos la celebración por los 10 años de reinado, fue en un hospital oncológico. La reina Máxima llegó al lugar y habló con los médicos, enfermeros, los padres de los chicos y chicas internados y no se privó de ver a cada uno de los niños para sacarles una sonrisa y darles ánimo.
Fue en ese lugar que la reina Máxima de los Países Bajos decidió romper todo protocolo preparado especialmente para ella. Y es que hay momentos en que la formalidad se rompe y gana el sentido común y el corazón y la argentina ha demostrado varias veces que le encanta dejarse guiar por lo que siente.
Fue así como uno de los niños internados en el hospital oncológico, venciendo toda su vergüenza, le pidió sacarse una selfie juntos para tener un recuerdo eterno de la visita. Ante semejante solicitud, la reina Máxima de los Países Bajos no lo dudó ni un solo momento y así fue como ambos protagonistas miraron hacia la cámara del teléfono celular para quedar por siempre retratados.
El centro oncológico que visitó Máxima de los Países Bajos se encuentra ubicado en la ciudad de Utrech. Allí todos los chicos están internados para su cuidado. Además, también se realizan investigaciones sobre esta enfermedad y se está realizando un estudio internacional de leucemia linfática aguda. En este, a los chicos se le ha añadido una terapia inmune específica al protocolo de tratamiento con el fin de obtener avances.