Es una realidad que hasta hace poco tiempo Charlene de Mónaco no era muy bien vista por la sociedad monegasca ni por el círculo más íntimo de la familia real. Sus constantes desapariciones públicas, rumores de divorcio, conflictos familiares, todo era un cóctel para que la prensa se cansara de rellenar líneas en base a la compleja vida de la ex nadadora olímpica que no se ajustaba a la vida que todos esperaban de ella.
La realidad es que en el último tiempo ha hecho los deberes y comenzó a comportarse de la manera que todos esperaban de ella. Se cambió el look por uno más sobrio, abandonó todo tipo de actividades que pudiera hacerla aparecer en los tabloides y siempre aparece junto a su marido en su cargada agenda. Prueba de ello fue que el príncipe Alberto II y Charlene de Mónaco decidieron asistir juntos a la última misa que se realizó en conmemoración por la muerte de Rainiero III.
Esto continúa con la abultada agenda que han programado para Charlene de Mónaco en la que la prensa espera verla con más asiduidad en los días venideros. Contrario a como venía actuando, Charlene tendrá una agenda plagada de actividades referidas a la corona de Mónaco que le saca una sonrisa a toda la sociedad en su conjunto.
El primer compromiso real que tendrán Alberto II y su esposa Charlene será en Italia. La pareja se mostrará nuevamente junta el próximo 12 de abril y lo harán sin la compañía de ningún otro integrante de la Familia Real. El siguiente compromiso importante será tres semanas más tarde en la coronación del rey Carlos III de Inglaterra.
Según la prensa monegasca este cambio en el comportamiento de Charlene de Mónaco responde a la llegada de la pequeña Victoria, nieta de Estefanía de Mónaco, quien ha traído paz y armonía a la familia.