El mundo de la realeza significa glamour y apariencias desde muy pequeños. Un claro ejemplo son los hijos de Sean Wittstock, el hermano de Charlene de Mónaco, que a su cortísima edad ya destilan clase y estilo por donde quiera que vayan. Ellos son muy cercanos a sus primos, los mellizos Jacques y Gabriella hijos de Charlene de Mónaco, por lo que se los pudo ver muy cercanos en el evento deportivo.
La cita más puntual fue el abierto de Montecarlo en el que jugó el célebre Rafa Nadal, jugador que venció este torneo en nada más y nada menos que 11 ocasiones. Allí los pequeños príncipes hicieron de anfitriones de sus pequeños primos y destilaron todo su glamour.
Jacques y Reigen Wittstock parecían dos hombrecitos con sus looks casi idénticos: pantalones claros y chaqueta azul marina con camisa y mocasines. Para protegerse de la luz, los cuatro niños llevaban gafas de sol, un complemento del que Charlene de Mónaco no se separa en sus apariciones públicas. Durante el evento se pudo ver como los 4 niños se sentaron junto al rey y disfrutaron de su compañía mientras le realizaban consultas relacionadas con el partido de tenis.
La complicidad entre los 4 niños ha demostrado la unión que hay entre ellos y nos da a entender que lo mismo sucede entre Charlene de Mónaco y su hermano Sean Wittstock lo que filtra la información del buen rollo que hay en la intimidad entre el seno familiar de Charlene. Siempre se ha hablado de las internas de la familia Grimaldi pero en esta ocasión se pudo ver claramente como los primos se llevan de mil maravillas y han compartido en público un lindo momento familiar.
Seguramente este sea un paso más en el intento de Charlene de Mónaco de revertir su imagen de chica rebelde e instaurarse un poco más en la familia real monegasca para terminar siendo aceptada.