El 6 de mayo fue la fecha más importante del año para el pueblo británico, es que luego de más de 70 años un nuevo rey se volvía a coronar tras el fallecimiento de la legendaria reina Isabel II. El rey Carlos III celebraba su coronación y el mundo se detenía para ver la impactante ceremonia.
Pero hubo un detalle que por supuesto no pasó desapercibido y este fue la coronación paralela de la reina consorte Camilla Parker Bowles. En la tradición los esposos de las reinas no son coronados y continúan con su título de príncipe, pero las esposas de los reyes ganan el título de reina consorte. Es por ello que se realizó una ceremonia especial para ella durante la coronación del nuevo rey.
Por supuesto que el vestido fue por demás increíble, el mismo era de color blanco y bordado con muchos símbolos, la reina de Reino Unido eligió al diseñador Bruce Oldfield para que se hiciera cargo de su vestimenta en la coronación. El diseñador ha realizado sus prendas por los últimos 10 años por lo que ya la confianza era total.
Una de las interesantes peticiones que le realizó Camilla Parker Bowles a su diseñador Bruce Oldfield fue un bolsillo secreto en el que particularmente quería llevar escondido un pañuelo de tela. El motivo principal fue el temor a emocionarse y comenzar a llorar lo que le correría por completo su maquillaje, entonces con el acceso a un pañuelo se evitaría ese gran problema estético.
Camilla Parker Bowles podía tirar de la falda superior de su vestido y acceder fácilmente a un bolsillo delantero que se encontraba en la parte delantera en caso de que debiera secarse las lágrimas. Un dato revelador por parte del diseñador que pasó totalmente desapercibido. La realidad es que en ningún momento se pudo ver una lágrima o un maquillaje corrido por lo que el plan funcionó a la perfección.