Máxima Zorreguieta supo ser una excelente estudiante de economía y marketing. Su adolescencia la vivió entre libros y aprendizaje para su futuro. Siempre ligada a la burguesía de su país natal Argentina, nunca le costó codearse con el lujo y la riqueza, pero evidentemente nunca pensó que sería dueña de una de las mayores riquezas del mundo como lo es la corona de los Países Bajos.
Máxima proviene de una familia numerosa que cuenta con 6 hermanos más. Cada uno de ellos se ha destacado de diversas maneras pero hoy nos focalizamos en una de sus hermanas que ha logrado desarrollar una vida más que interesante y digna de contar en el extranjero. Se trata de Dolores Zorreguieta, una mujer de 49 años que está estrechamente ligada al mundo del arte.
Dolores Zorreguieta es licenciada en Bellas Artes y representa el lado artístico de la familia en su máxima expresión. Radicada en Estados Unidos desde hace 20 años, ha desarrollado allí su carrera como artista plástica. Ella expresa en su arte todo lo que no se expresa en el ámbito público. De perfil muy reservado nunca le gustó la exposición que le genera su apellido a través de la gran figura que es su hermana.
Dolores Zorreguieta ha declarado: "Tienen que entender que uno no se prepara para esto. El casamiento de mi hermana tuvo una resonancia enorme en el mundo entero, que influyó mucho en mí, y que no se dio por una decisión mía: todo esto implicó un reajuste muy grande en mi vida"
Su obras es por demás interesante abordando temas polémicos y un tanto incómodos: "Haber crecido con poesía y textos de filosofía en casa me marcó y me dio un buen apoyo teórico. El sufrimiento y la violencia son los ejes fundamentales de mi trabajo" afirmó Dolores Zorreguieta.