Es sabido que los integrantes de la realeza son personas sumamente especiales en cuanto a sus peticiones y preferencias. Al tener una condición especial con respecto al resto de los mortales, estas personas se toman atribuciones que muy pocas personas podrían entender o a las que podrían acceder
Es una realidad que constantemente están con viajes protocolares y deben hacer actos de presencia por todo el planeta por lo que no es mucho el tiempo que pasan en sus hogares. Generalmente los royals están destinados a dormir gran parte del año en hoteles, son de lujos, pero hoteles en fin. Esto puede puede ocasionar ciertas incomodidades y no tener un verdadero sentido de pertenencia.
Es aquí donde aparece el curioso caso del rey Carlos III quien toda su vida ha tenido un particular hábito que muchos podrían tildar de exagerado. Y es que el monarca únicamente se siente cómodo durmiendo en su propia cama por lo que solicita a todo un equipo de traslados que lleven su cama por donde quiera que vaya. Es normal que una caravana lo escolte con su cama a cuestas para que el rey pueda dormir todas la noches en su propia cama.
Pero la cuestión no se limita a eso sino que el rey Carlos III también precisa de su propio baño y papel higiénico. Todo ello requiere de una logística bastante importante pero que todos están dispuestos a realizar con tal de que la necesidad del rey sea satisfecha. Agregado a ello podemos encontrar otro tipo de caprichos del rey Carlos III como pueden ser el hecho de que todos los días deben plancharle el pijama y hasta los cordones de los zapatos.
Hay una parte importante de la sociedad que no está muy de acuerdo con que se desperdicie dinero público en ese tipo de excentricidades que nada tiene que ver con el progreso social y el crecimiento de un país, que en definitiva es uno de los factores por los que trabaja un rey.