En los últimos días la boda de Hussein de Jordania se ha llevado todos los flashes de la prensa mundial. Nadie se ha querido perder uno de los eventos más ostentosos del año a sabiendas de que esta familia real es una de las más poderosas del planeta y se había informado del increíble despliegue que harían para celebrarla.
Por supuesto que todos los integrantes de las familias reales más importantes de Europa estaban invitados y como no podía ser de otra forma la reina Máxima de los Países Bajos junto a su esposo el rey Guillermo y su hija mayor, la princesa Amalia, han asistido al evento completamente de gala. Jordania es un sitio con una historia muy rica y unos sitios magníficos para realizar turismo.
Es por ello que la reina Máxima de los Países Bajos ha aprovechado dicho evento para realizar un poco de turismo por tierras jordanas y apreciar todo lo que puede ofrecer su capital, la increíble Aman.
La reina neerlandesa hizo un recorrido por el sitio histórico de la Ciudadela de Amán, uno de los lugares habitados más antiguos del mundo y donde están presentes civilizaciones importantes que se extendían por continentes durante siglos. Este lugar también fue testigo del nacimiento de las tres grandes religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islam.
Ya por la tarde, la vimos del brazo del rey Guillermo en la boda de Hussein y por la noche, lucir joyas y tiara, al igual que su hija Amalia, en la recepción y en el banquete nupcial que tuvo lugar en el palacio de Al Husseiniya donde se reunieron más de 1.700 invitados venidos de todas las partes del mundo para celebrar el matrimonio del que está llamado en un futuro a ser el monarca hachemita. Las fotos indican que Máxima de los Países Bajos ha tenido una experiencia muy grata en Jordania turisteando como cualquier otro mortal.