La reina Isabel II es conocida por su elegancia y su amor por las joyas, pero hay una regla estricta que ha impuesto a todas las mujeres de la realeza cuando se trata de lucir diamantes: no pueden usar estas deslumbrantes gemas antes de las 6 de la tarde.
Esta peculiar regla se remonta al siglo XIX y tiene sus raíces en las costumbres de etiqueta y protocolo de la época. Antes de la invención de la luz eléctrica, las joyas y los diamantes eran considerados demasiado llamativos y ostentosos para usar durante el día. Por lo tanto, las mujeres de la alta sociedad y la realeza optaban por llevar perlas, corales o piedras menos brillantes durante el día y reservaban los diamantes y otras gemas más preciosas para la noche y las ocasiones más formales.
Aunque en la actualidad el uso de joyas y diamantes durante el día es más común y aceptado, la reina Isabel II ha decidido mantener esta tradición en su círculo íntimo. Se cree que esta regla es una forma de mantener las tradiciones y el protocolo de la realeza, así como de honrar el legado histórico de la monarquía británica.
A pesar de esta regla, la reina Isabel II y otras mujeres de la familia real han lucido increíbles joyas y diamantes en diversas ocasiones formales y eventos nocturnos, donde la deslumbrante luz de estas piedras preciosas resalta su esplendor y elegancia.
La regla de la reina Isabel II sobre el uso de diamantes antes de las 6 de la tarde es un ejemplo de cómo la tradición y el protocolo siguen desempeñando un papel importante en la vida de la realeza. Aunque las costumbres han evolucionado con el tiempo, esta regla es un recordatorio de la rica historia y el esplendor que rodea a la monarquía británica.