Desde que el monarca Carlos III comenzó su andadura en la Corona británica como representante en los viajes de Estado a diferentes partes del mundo, un curioso detalle sobre su rutina matutina capturó la atención de muchos: los seis tarros de miel que siempre le acompañan en su desayuno.
Más que un simple acompañamiento, convirtieron en un elemento clave para asegurar que el monarca comience el día con buen pie, sin importar su ubicación geográfica. La caja de desayuno es una pieza emblemática de su rutina diaria.
Dentro de esta caja, además de los seis tarros de miel, se encuentran otros elementos seleccionados especialmente para nutrir y energizar a Carlos III. Pan casero, un tazón de fruta fresca, zumos de fruta y mueslis especiales son solo algunas de las delicias que lo acompañan en su primera comida del día.
La importancia de los seis tipos diferentes de miel no solo radica en su sabor y versatilidad, sino también en los beneficios que aportan a la salud y el bienestar del monarca. También conocida por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para aumentar los niveles de energía de forma natural, se convierte en un componente esencial para enfrentar las demandas físicas y mentales de un día real.
¿Qué dijo el chef personal de Carlos III?
Además, las diferentes variedades de miel añaden un toque de diversidad y exquisitez a su desayuno, permitiéndole experimentar sabores únicos que provienen de diversas regiones. El chef real, Grahan Newbould, compartió detalles sobre la rutina matutina del monarca y la importancia de estos tarros de miel en su alimentación.
Según Grahan Newbould, "Carlos III lleva pan casero, un tazón de fruta fresca, zumos de fruta… Donde quiera que vaya en el mundo, la caja de desayuno va con él. Tiene seis tipos diferentes de miel, algunos mueslis especiales y frutos secos".
Esta peculiar tradición demuestra la atención meticulosa que el monarca presta a su bienestar y a la consistencia de sus hábitos diarios, incluso en medio de las responsabilidades reales y los viajes de Estado. Los seis tarros de miel son más que un simple alimento; son símbolos de disciplina, tradición y la búsqueda constante de mantener un equilibrio óptimo.