La icónica princesa Diana, recordada por su carácter valiente y auténtico, también desafió las convenciones reales cuando se trataba de la crianza de sus hijos. Su enfoque único y moderno molestó a la familia real y desencadenó conversaciones en la sociedad. Aquí hay cinco reglas que Lady Di rompió y que causaron revuelo en su tiempo.
La crianza tradicional: Diana desafió la crianza real tradicional al ser una madre más accesible y cariñosa con sus hijos, el príncipe William y el príncipe Harry. En lugar de seguir el distante enfoque que solía prevalecer en la familia real, Diana abrazó la cercanía emocional y la interacción constante con sus hijos, rompiendo con las normas establecidas.
La elección del personal de crianza: Diana optó por un enfoque más informal al elegir a su nana, Barbara Barnes. Esta elección, aunque muy querida por Diana y sus hijos, fue menos ortodoxa en comparación con el protocolo real y causó controversia en la familia y en la prensa.
La exposición a la vida cotidiana: En un intento por darles a sus hijos una comprensión más amplia del mundo real, Diana llevó a William y Harry a lugares como parques de diversiones y restaurantes de comida rápida. Esta exposición a experiencias cotidianas contrariaba la tradición real de mantener a los niños alejados de la vida común.
La participación activa en la educación: Diana desafió las expectativas al inscribir a sus hijos en escuelas fuera del círculo educativo real. Ella eligió la Escuela Wetherby y la Ludgrove School, en lugar de optar por educadores privados en el palacio. Este enfoque democrático en la educación sorprendió y generó discusiones.
La experiencia de viaje: Lady Di consideraba crucial que sus hijos experimentaran diferentes culturas y realidades. Rompiendo con las tradiciones de la familia real, llevó a William y Harry a viajes humanitarios y visitas a refugios y hospitales, permitiéndoles entender el mundo de una manera más completa.