Recientemente, ha surgido una controversia en torno a un hobby que el príncipe Guillermo, compartió con su hijo mayor, el príncipe George, y que ha generado repudio en ciertos sectores. Se trata de la caza recreativa, una actividad que ha sido objeto de debate debido a sus repercusiones en la vida silvestre y el medio ambiente.
El incidente en cuestión tuvo lugar en el bosque escocés de Corgarff, donde el príncipe Guillermo, junto a su esposa, Kate Middleton, y su hijo George, decidieron participar en una jornada de caza recreativa. El príncipe George, con tan solo 7 años de edad en ese momento, se unió a la actividad y tomó un arma en sus manos para participar en la caza de aves que se encontraban en el paisaje.
Este evento causó un revuelo inmediato entre los ambientalistas y defensores de los derechos de los animales, quienes argumentaron que el niño había sido expuesto a la caza de una manera que consideraban inapropiada y preocupante. Algunos críticos incluso calificaron la situación como un "asesinato casual" debido a la edad temprana de George y al hecho de que la actividad no parecía estar relacionada con la subsistencia o la alimentación, sino más bien como un pasatiempo recreativo.
La caza recreativa ha sido un tema de debate en todo el mundo debido a sus posibles impactos negativos en la vida silvestre y los ecosistemas. Aunque es una actividad legal en muchos lugares, sus detractores argumentan que puede llevar a la disminución de poblaciones de animales y contribuir a la pérdida de biodiversidad.
Es importante señalar que la controversia en torno a este episodio no se centra únicamente en el príncipe George, quien a sus 7 años podría no haber comprendido completamente las implicaciones de la caza recreativa. Más bien, la discusión se ha centrado en la decisión de los adultos de involucrar a un niño en esta actividad.