Nieto de los últimos reyes de Italia, Humberto II y María José, publicó hace un par de años Once Upon a Diamond (Rizzoli), una ‘joya’ literaria que permite entrar en el joyero de sus distinguidos antepasados, descubrir los secretos y tesoros más fabulosos de la realeza y disfrutar de las creaciones más impresionantes realizadas por este prestigioso noble europeo emparentado con más de diez casas reales. Desde Nueva York, Dimitri de Yugoslavia atendió a Panorama Hoy donde habló de joyas, de sus proyectos, de historia y de su día a día en la ciudad de los rascacielos
-¿Cuál es su piedra preciosa favorita y por qué?
-No tengo piedra preferida, me gustan todas.
-Díganos un adjetivo de cada una de estas piedras preciosas: diamante, rubí, esmeralda y zafiro.
-Deslumbrante, glamuroso, seductor, elegante
-De toda la gama de piedras de joyería de origen animal es la perla la que mejor cotiza. ¿Sabe usted por qué y en qué aguas está el origen de los mejores ejemplares? Quiénes se las pueden poner (famosas fueron La Peregrina o la de María Antonieta)
-La perla es muy preciada por su belleza y no hay otra “piedra” de origen animal aparte de las perlas de conchas rosadas que son muy lindas pero hay muy pocas. Todo el mundo se las puede poner porque favorecen a todas las mujeres. Las más lindas venían del golfo pérsico.
-¿En qué proyecto se encuentra ahora?
-Pues además de seguir creando mis propios diseños, estoy transformando joyas antiguas de clientas dándoles mi toque y sello personal. Son joyas únicas e irrepetibles.
-Y ¿en qué se inspira a la hora de realizar esos cambios?
-Me suelo inspirar en la propia piedra, también el tamaño es una fuente de inspiración, pero todo depende de lo que quiera hacer; un anillo, un arete. Pero lo que más me inspira es el arte decorativo y la arquitectura que te encuentras en la historia del arte. Eso me inspira mucho en general. Me fascinan las cruces medievales y me sirve para crear muchas de colecciones.
-¿No se anima a presentar su fastuosa y espectacular colección en España?
-Me encantaría pero no está nada fácil. Es muy costoso y es muy complicado por el tema de impuestos entre Estados Unidos y Europa. Dentro de Europa sería muy fácil pero al estar en Estados Unidos todo se dificulta mucho más.
-¿Dónde podemos encontrar las joyas de Dimitri de Yugoslavia?
- De momento sólo se pueden adquirir en Estados Unidos.
-Hombres y mujeres exhibían joyas en la Antigüedad y en la Edad Media. En la actualidad, solo lo hacen las mujeres, los jeques y algún rapero. ¿Qué ha pasado?
-El mensaje ha cambiado. Hasta el renacimiento las joyas eran un símbolo de poder y los hombres poderosos se las ponían. Basta ver los retratos de la época. También no olvidarse de los Maharajás que hasta los años 30 iban cubiertos de piedras preciosas y de las perlas más impresionantes del mundo.
-¿Cómo se puede elegir la joya adecuada en función del presupuesto que se tenga? ¿Pasos a seguir?
-La respuesta está contenida en la pregunta. Si uno tiene un presupuesto de mil euros pues hay que mirar lo que hay para este precio.
-Su colección de joyas Prince Dimitri son glamurosas, sobrias y con un toque muy personal en el que las cruces rememoran la historia de los Karageorgevich. ¿Qué parte de su legado le gustaría que se transmitiera?
-Mis cruces no tienen nada que ver con la historia de los Karageorgevich. Son inspiradas de la heráldica medieval. Mi familia no existía en esa época. Es por eso que las hago también en acero de Damasco, la damascena, con la cual hacían las espadas de la época. Pienso que mi legado será mi trabajo, mis joyas, y también una vida bien vivida en conformidad a los valores cristianos que respeto mucho.
-Pertenece usted a una dinastía serbia con orígenes en el siglo XVIII en cuya historia destacan conceptos como exilio, regicidio y guerra. ¿Qué pudo fallar en la unificación de los pueblos eslavos?
-¡El comunismo! Mi familia unificó el país en 1918. En 1942 hubo el golpe de estado comunista y la tiranía comunista de Tito. En los años 90 Milosevic empezó a poner a todo el mundo contra todo el mundo para permanecer al poder y eso creó la espantosa guerra civil que hemos visto y el colapso del país, la desintegración en varios países.
-Tras la I y II guerra mundial, numerosos países como Rusia, Francia, Italia, Alemania o Portugal se convirtieron en Repúblicas. Otras naciones, como Reino Unido o España, pese a polémicos episodios que las rodean, gozan de buena salud. ¿Cree que esta forma de gobierno de monarquía parlamentaria está en vías de extinción’? O como dijo el Rey Faruk de Egipto, llegará un momento en el que en el mundo solo habrá cinco reyes, los cuatro de la baraja y la Reina de Inglaterra.
-La monarquía, por cierto, es un concepto muy antiguo que ha funcionado muy bien. Especialmente la monarquía constitucional como las que quedan hoy. Son un factor de paz y una imagen de prestigio para el país. Hoy en día las cosas han cambiado pero probablemente habrá un día donde el sistema desaparecerá completamente.
-No hay monarquías en ningún país del continente americano desde la desaparición de mayas y aztecas. ¿Ha reflexionado alguna vez sobre esto?
-No es verdad. Hubo un emperador en Brasil y otro en México, pero durante un corto tiempo.
En México hubo un primer emperador entre 1821 y 1823 seguido de un periodo de República. Luego hubo el reinado del emperador Maximiliano de Habsburgo de 1864 hasta 1867. La emperatriz Carlota era la hermana del Rey Leopoldo II de Bélgica.
En Brasil la monarquía duro de 1822 hasta 1889. El primer emperador había sido brevemente rey de Portugal como rey Pedro IV cuando Napoleón invadió Portugal y la familia real portuguesa se refugió en Brasil. Se quedó como emperador Pedro I de Brasil y el resto de la familia regreso a Lisboa. La monarquía Brasilera duro hasta 1889 cuando hubo un golpe de estado militar.
-¿Hubo mucha diferencia entre el exilio mexicano de su familia y el de Estoril? Le van a leer en México.
-Mi familia nunca estuvo en exilio en México. Sólo mi tía María Beatriz de Saboya vivió un tiempo en Cuernavaca, un lugar maravilloso. En los años noventa mi abuela la reina María José vino a Cuernavaca un tiempo para estar cerca de su hija y luego regresó a Suiza.
-Ha trabajado usted en Sotheby’s, una de las casas de subastas más prestigiosas del mundo. ¿Podría contarnos cuál ha sido la pieza de arte más barata subastada?
-¡No tengo idea! ¿Cómo voy a saber eso? Creo que había un mínimo de dos mil quinientos euros si no estoy equivocado.
-Y ¿la más cara?
-Cuando estaba ahí creo que fue un cuadro de Van Gogh, Los Irises que se vendió en 121,103,000 dólares, pero ahora es el retrato de Cristo de Leonardo da Vinci en Christie’s en 2019 de 469,700,000 dólares.
-¿Cree que el dinero da la felicidad o, como dice Woody Allen, haría falta un especialista para que explicara la diferencia?
-Woody Allen siempre es muy chistoso! El dinero no da la felicidad en sí mismo, pero si da la tranquilidad y la libertad de no depender de nada, ni de nadie hasta un cierto punto lo que significa que el dinero permite de tener felicidad más a menudo. Y como decía la gran escritora francesa Françoise Sagan, “prefiero estar deprimido en mi Ferrari que en segunda clase en el metro”.
-El capitalismo ha llevado a grandes empresas a acumular enormes beneficios y a su vez necesita que la gente tengamos dinero para poder consumir lo que el sistema produce. Dicen los expertos que o lo regulamos o será insostenible. ¿Cree que hay que regularlo, cambiar la mentalidad de consumo o las dos cosas?
-El problema es que el capitalismo ya no es el sistema de “free market” con competición sana. Hoy en día son grupos inmensos, que son casi monopolísticos que tienen a los políticos en las manos a través de los “lobbies” y por eso las pequeñas compañías no pueden competir y estamos viendo la desaparición de las clases medias. Los lobbies son ilegales en Europa…También vemos el consumismo como el remedio a todo y como la clave de la felicidad porque desafortunadamente los valores espirituales están desapareciendo. El capitalismo para mi es el mejor sistema porque ha sacado a millones de gente de la pobreza y ha creado enorme riqueza y un fantástico desarrollo científico, pero solo funciona si está acompañado de altos valores espirituales y de una ética inquebrantable donde la corrupción no existe. Por eso pienso que deberían inculcar esos valores de honestidad, generosidad y compasión a los niños desde muy joven.
Mi tío el rey de Bulgaria me dijo un día que cuando fue primer ministro no pudo cumplir nada porque el país era tan corrupto que nada funcionaba y no se lograba hacer cumplir la ley.