A veces, la vida real de los Reyes nos parece un cuento de hadas, pero incluso ellos enfrentan desafíos matrimoniales. Por este motivo con la partida de sus hijas hacia el mundo de la educación, el rey Felipe y la reina Letizia están aprovechando al máximo su tiempo libre.
Rutina real
A pesar de que disfrutan de salidas ocasionales al cine o a los mercados locales, la realidad de Felipe y Letizia está bajo una lupa constante. No pueden realizar tareas cotidianas debido a que representan a una institución. Sin embargo, al caer la noche y cerrarse las puertas de Zarzuela, los monarcas se transforman en seres humanos relajados.
En su ámbito privado, Felipe y Letizia visten ropa cómoda, hacen ejercicio diario y disfrutan de cenas con amigos. Son dos individuos curiosos y ávidos de conocimiento. Según informó el diario El Mundo, son conocidos por invitar a "intelectuales" a Zarzuela, creando encuentros entre personas de diversos ámbitos para fomentar conexiones.
Letizia, además, tiene una pasión por la lectura, devorando libros según demuestran sus compras anuales en la Feria del Libro. Por otro lado, Felipe es un apasionado de la gastronomía y aprovecha cada oportunidad para salir y probar diferentes sabores, ya sea en compañía de amigos o de su familia.
Con la agenda real más relajada y el palacio más silencioso que nunca, Felipe y Letizia han encontrado tiempo para disfrutar de sus pasiones individuales y compartirlas. La lectura apasionada de Letizia y el interés culinario de Felipe se han convertido en parte fundamental de su estrategia para fortalecer su vínculo. Estas actividades, que pueden parecer simples, son la esencia de su plan secreto para revitalizar su matrimonio.