Los reyes Federico y Mary de Dinamarca disfrutan de unas vacaciones en familia a poco más de un mes de su coronación. Los reyes se encuentran en Suiza, donde han asistido con sus hijos, los príncipes Christian, Isabella, Josephine y Vincent. El lugar elegido suele ser una costumbre de la familia, ya que en varias oportunidades han visitado dicho espacio.
Durante las vacaciones, la familia real se aloja en costoso chalet ubicado en la localidad de Verbier. Esta propiedad fue comprada por los reyes, quienes pagaron un valor aproximado de más de diez millones de coronas danesas. El lugar era mantenido en secreto, hasta que en 2020 se supo de su existencia. Fue en el marco de los estudios de los príncipes Vincent y Josephine, quienes asistían a un internado en la zona, por lo que los reyes admitieron que se quedarían en esa casa.
¿Cómo es el chalet?
El lugar que fue pagado con los ahorros de los reyes costó más más de diez millones de coronas danesas. La casa presenta tres plantas, cuatro dormitorios, sauna para seis personas y una terraza espaciosa con vistas a los Alpes.
La polémica de su compra
Además de la gran suma de dinero que entregaron Federico y Mary, se suma la polémica de que los reyes alquilaban la propiedad cuando ellos no estaban. Este alquiler estaba valorado entre 4.000 y 10.000 euros la semana. En aquel entonces, la situación se extendió hasta el Parlamento danés, donde se investigó la transparencia del negocio. Recordemos que, por ley, los reyes no pueden gastar el dinero de su asignación anual en el exterior y sin permiso de la Cámara. Por este motivo, Federico informó que no alquilarían el chalet nuevamente y solo la utilizarían con un fin privado exclusivamente.
Desde ese tiempo, la familia real se hospeda en el lugar durante las vacaciones de invierno, lo que les permite estar cómodos y alejado de sus compromisos oficiales. Además, es un ambiente ideal para que sus hijos mantengan contacto con la naturaleza.