Cuando Kate Middleton desfiló en aquel evento benéfico universitario, nadie imaginaba que estaba dando los primeros pasos hacia una vida de cuento de hadas. Aquel 26 de marzo de 2002, en el hotel St Andrews Bay, se celebró el desfile ‘El arte de la seducción’, un evento que, sin saberlo, cambiaría el destino de Kate y Guillermo.
Así fue en realidad
A pesar de lo que la serie ‘The Crown’ nos muestra, la realidad es que Kate y Guillermo no eran más que amigos en aquel entonces. Ambos salían con otras personas y su relación era puramente platónica. Sin embargo, la complicidad y el entendimiento entre ellos eran innegables. Guillermo, incluso en sus momentos más difíciles, encontraba en Kate una amiga y consejera.
Pero el desfile fue un punto de inflexión ya que en aquel entonces el joven Guillermo vio a Kate, con un vestido que dejaba poco a la imaginación. La serie dramatiza este momento, pero la realidad no estuvo lejos: Kate realmente impactó con su elección de vestuario. La diseñadora de vestuario de ‘The Crown’, Amy Roberts, se enfrentó a un desafío legal al recrear el icónico vestido y como no podían copiarlo exactamente, optaron por una interpretación que mantuviera la esencia del original.
Lo que comenzó como una amistad en la universidad, con consejos compartidos y apoyo mutuo, se transformó lentamente en algo más. ‘The Crown’ nos muestra a una Kate preocupada por el futuro académico de Guillermo, enviándole un mensaje de texto que decía: “Por favor, no dejes la universidad”. Aunque dramatizado para la pantalla, este gesto refleja la cercanía y el cuidado que Kate tenía hacia Guillermo, incluso antes de que su relación se convirtiera en un romance.
De compañeros a roommates
La vida real tiene sus propios giros y, en la primavera de ese año, Guillermo ya consideraba a Kate como una posible compañera de piso para su segundo año en la universidad. Este detalle, que la serie sitúa más tarde, es un indicio de la confianza y la estima que Guillermo tenía hacia Kate.
El desfile de moda fue más que un evento benéfico, ya que fue el escenario donde comenzó una historia de amor que capturaría la imaginación del mundo entero. Kate, con su vestido audaz y su presencia magnética, y Guillermo, el príncipe cautivado, dieron inicio a un capítulo que aún hoy sigue escribiéndose.