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La tierna e imponente estatua de Isabel II junto a sus corgis: ¿Dónde se puede ver?

La estatua de la Reina Isabel II junto a sus perros corgis es más que un monumento; es un símbolo de la devoción y el cariño que la monarca sentía por sus mascotas.

Reina Isabel II. Fuente: Twitter @showmundialshow
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La reciente revelación de la estatua de la Reina Isabel II ha capturado la atención del mundo, no solo por su imponente presencia sino también por la compañía de sus icónicos perros corgis. Este homenaje de bronce, ubicado en Oakham, Rutland, es una obra maestra del escultor británico Hywel Pratley. La estatua representa a una joven monarca, vestida de gala, con su corona y acompañada por tres corgis a sus pies, simbolizando la estrecha relación que la reina mantenía con estos animales durante su reinado.

Fidelidad en bronce 

La estatua no es solo un tributo a Isabel II, sino también a sus queridos corgis, que fueron una parte integral de su vida pública y privada. Isabel II recibió su primer corgi como regalo cuando tenía 18 años y desde entonces, más de 14 generaciones de esta raza han crecido a su lado. La inclusión de los corgis en la estatua resalta el cariño que la reina les tenía, una decisión del artista que añade una capa de intimidad y personalidad al monumento.

La Reina y sus compañeros caninos 

La estatua de Isabel II mide dos metros de altura y muestra a la reina en una pose regia, pero es la presencia de los corgis lo que realmente atrae la mirada. Estos perros no solo representan la afición de la reina por los animales, sino que también reflejan su humanidad y el amor incondicional que compartió con sus mascotas. Los corgis, conocidos por su lealtad y carácter, simbolizan perfectamente la constancia y el afecto que Isabel II ofreció a su nación y a su familia.

Reina Isabel II. Fuente: Instagram @quetalmagazine

La estatua se ha convertido en un punto de referencia para los residentes y visitantes de Oakham, quienes acuden para rendir homenaje a la reina y sus fieles compañeros. La obra fue financiada por donaciones de empresas y miembros del público, recaudando cerca de 125 mil libras, lo que demuestra el profundo respeto y admiración que el pueblo británico siente por Isabel II y su legado.

Reina Isabel II. Fuente: Instagram @quetalmagazine

La estatua de la Reina Isabel II junto a sus perros corgis es más que un monumento; es un símbolo de la devoción y el cariño que la monarca sentía por sus mascotas. Es un recordatorio de que, detrás de la figura pública, había una persona que valoraba la compañía y la lealtad de sus amigos de cuatro patas. Esta estatua no solo conmemora a una reina, sino que celebra la vida de una mujer que encontró alegría y consuelo en la presencia de sus queridos corgis.