La realeza siempre ha estado acompañada por mascotas que no solo brindan compañía, sino que también se convierten en símbolos de su legado y personalidad. Desde los corgis de la Reina Isabel II hasta los caballos de Carlota Casiraghi, estos animales han sido más que simples mascotas; han sido verdaderos compañeros de vida para los miembros de las principales familias de la Corona.
Los corgis de la Reina Isabel II
La Reina Isabel II fue sinónimo de corgis. Estos pequeños caninos fueron una constante en su vida desde su infancia. Con su lealtad y carácter juguetón, los corgis no solo han adornado numerosas fotografías oficiales, sino que también han sido parte integral de la identidad pública de la Reina. La palabra “compañía” resuena en cada rincón del palacio, gracias a estas mascotas que sin dudas forman parte de la familia real.
La dulce herencia de los Duques de Cambridge
Kate Middleton y el príncipe William también han compartido su hogar con mascotas queridas. Lupo, el cocker spaniel negro que fue un regalo de bodas, dejó una huella imborrable en sus corazones. Tras su fallecimiento, Orla, una descendiente de Luna, la mascota de James Middleton, ha continuado la tradición de compañía y amor en la familia. La presencia de estos caninos ha sido una fuente de alegría y consuelo, manteniendo viva la pasión por los animales en la familia.
La elegancia felina de la Princesa Michael de Kent
La Princesa Michael de Kent ha mostrado un cariño especial por los gatos siameses, conocidos por su elegancia y carisma. Su gata Cali ha sido más que una mascota; ha sido una compañera que ha compartido momentos significativos y celebraciones, como el retrato de los 70 años de la Princesa. La compañía de estos gatos siameses ha sido un reflejo de la gracia y el estilo que caracteriza a la Princesa.
Carlota Casiraghi y su pasión ecuestre
Carlota Casiraghi ha llevado su amor por los caballos a un nivel superior. Su pasión por la equitación y su conexión con estos nobles animales se ha manifestado en cada competición y en los tranquilos paseos por las caballerizas. Los caballos han sido para ella una fuente de alegría y un escape del bullicio de la vida real. La compañía de estas mascotas ha sido un pilar en su vida, proporcionando momentos de paz y triunfo.