Es una figura enigmática y fue la encargada de instruir a Máxima en la cultura holandesa y las tradiciones de la familia real. Esta mujer clave en la vida de la ahora reina consorte es Ottoline Antoinette "Lieke" Gaarlandt, de soltera van Voorst van Beest. Desde 1993 hasta 2001, fue una de las hofdames de la reina Beatriz y tuvo la misión de formar a Máxima para su futuro papel en la realeza holandesa.
Ottoline Gaarlandt
Ottoline Gaarlandt nació en Naarden en 1947 y pertenece a la aristocracia holandesa de los Van Heurn. Después de estudiar francés y casarse en 1972, comenzó a enseñar este idioma en un centro privado de secundaria y más tarde en el Erasmiaans Gymnasium, una de las escuelas más prestigiosas de los Países Bajos. En 1993, entró al servicio de la reina Beatriz y, en 2001, tras el compromiso de Guillermo Alejandro con Máxima Zorreguieta, Beatriz asignó a Ottoline la tarea de prepararla para su nuevo rol en la realeza.
Durante cuatro años, Ottoline Gaarlandt guió a Máxima en su formación, enseñándole sobre la cultura holandesa y las tradiciones de la familia real. Ottoline acompañó a Máxima en un extenso viaje por las provincias de los Países Bajos, asegurándose de que comprendiera cada aspecto de su futuro rol. En 2013, cuando la reina Beatriz abdicó y Máxima se convirtió en reina consorte, Ottoline continuó siendo una figura clave en su vida.
La biografía "Máxima. La construcción de una reina", escrita por Paula Galloni y Rodolfo Vera Calderón, destaca cómo Ottoline influyó en la transformación de Máxima. A pesar de la estricta formación, Máxima mantuvo ciertos aspectos de su identidad argentina. Aunque adoptó muchas de las prácticas de la corte de los Orange, conservó su estilo personal, incluyendo sus mechas rubias y el esmalte de uñas colorido.
La transición de Máxima no fue inmediata ya que durante sus primeros años en la realeza, su estilo reflejaba influencias argentinas. Por ejemplo, en el bautizo de la princesa Amalia, Máxima lució un traje de dos piezas en brocato blanco, con detalles típicos de la moda porteña. Con el tiempo, su estilo evolucionó, adaptándose a las expectativas de su nuevo rol.