Seguramente has imaginado cómo debe ser vivir dentro de un castillo. Los cuentos de hadas y las series de época se han encargado de hacernos fantasear con la idea de andar por los pasillos reales como si fuéramos reinas y reyes. Ahora, tras la decisión del rey Carlos, el Balmoral abrirá sus puertas por primera vez para que puedas visitarlo y conocer dónde murió la reina Isabel II, así como los espacios que han sido escenario para muchos sucesos reales importantes.
¿Cómo puedes visitar el castillo Balmoral?
Nunca antes en la historia de la Corona se había permitido abrir las puertas del castillo Balmoral para conocer su interior, pero por decisión del rey Carlos III, ahora el público en general podrá tener visitas guiadas para averiguar más sobre este recinto que ha sido un lugar tan importante para la realeza. A partir del lunes 1 de julio y hasta el domingo 11 de agosto del 2024, se podrá acceder con entradas que ya están a la venta mediante el sitio web oficial del Balmoral Castle.
¿Cuál es el precio y qué incluye entrar al castillo Balmoral?
Para entrar al castillo Balmoral, el público puede adquirir entradas que tienen un precio de 100 a 150 libras esterlinas. Este costo incluye una visita al interior del hermoso palacio, pero también una té de la tarde incluido. Las visitas son de 40 personas por día durante el periodo vacacional de verano del rey y la reina. Aunque los boletos se agotaron a las 24 horas de ser lanzados, aún hay entradas generales.
De acuerdo con la petición del rey Carlos III, el té que se servirá a los afortunados visitantes del castillo Balmoral será una réplica de porcelana escosesa de Estuardo Blanco, como lo suele hacer la familia real dentro del recinto. Además, la gente podrá conocer el salón de baile donde Victoria organizaba sus bailes y donde aún se celebran algunos eventos reales, así como los maravillosos jardines del palacio.
¿Por qué es importante el castillo Balmoral?
El castillo Balmoral se convirtió en uno de los recintos reales más importantes cuando Victoria y el príncipe Alberto compraron el terreno a los Farquharson. La propiedad se expandió hasta 260 kilómetros cuadrados con diversas obras que se hicieron a lo largo de los años. Algunas de las figuras reales que disfrutaron de este lugar fue la reina Isabel II de Reino Unido y Felipe de Edimburgo, pues era su residencia de verano favorita.