Parece que fue ayer que veíamos a la princesa Leonor como una niña, pero el tiempo pasa y no cabe duda que ahora es una joven consciente del título que ha recibido. Como heredera al trono, la hija de la reina Letizia y el rey Felipe VI recibe una formación militar obligatoria y muchas exigencias más que podrían abrumarla e incluso alejarla de la realeza, como el príncipe Harry en la Corona inglesa.
La presión que podría sentir la princesa Leonor
Ser la futura reina no es ninguna tarea fácil, aunque muchos cuentos de hadas nos han hecho creer que llegar al trono es el final feliz, la realidad podría ser otra y la princesa Leonor lo está comprobando. Debido al cargo que tiene en la Corona de España, la hija de la reina Letizia debe tener al menos cuatro escoltas como protección durante el día y la noche, sin importar de qué plan haga o la compañía con la que esté.
Es decir, tanto en actividades institucionales como en otras más comunes para su edad, como cenar con amigos, siempre lleva la seguridad como sombra detrás de ella. Además de esto, la princesa Leonor está obligada a cumplir con ciertos requisitos para que pueda llegar a ser una reina capaz de cumplir con sus responsabilidades, como terminar su formación militar y la obligación de permanecer en el mismo castillo que sus padres.
La princesa Leonor tiene un gran peso encima de ella y por ello necesita cuidar cada paso que dé. Cada decisión que ella tome será reflejada en su papel como futura reina. Además, la heredera al trono está bajo el lente de la prensa todo el tiempo, pues cualquier actitud que tenga es de importancia porque define el futuro de la Corona. Esto puede hacerla sentir asfixiada o con ganas de mantenerse al margen del resto del mundo.
El síndrome en la realeza que la princesa Leonor podría padecer por presión
Debido a la extrema presión y seguridad que debe tener la princesa Leonor, el medio Semanal menciona que, de acuerdo con la psicóloga Lara Ferreiro, ella podría desarrollar el síndrome de la cabaña, el cual es muy común en la realeza y se caracteriza por un alejamiento por parte de los personajes reales, un deseo por estar lejos del mundo exterior o de las Coronas, como es el caso del príncipe Harry, quien ha decidido estar fuera de lo que involucre a la corte inglesa.