Con un presupuesto de unos 455 millones de euros, el Palacio de Buckingham empieza un proceso de restauración que, todo lo indica, será para albergar al nuevo Rey de Inglaterra. Pero no es un proceso inmediato, llevará tiempo y una logística pocas veces vista para la realeza británica. Los cambios más importantes se verán en los próximos años.
Fueron los duques de Buckingham quienes encargaron su construcción y no fue hasta 1826 que Jorge IV lo transformó en un auténtico palacio. Cuenta con 775 habitaciones, 92 oficinas y 78 cuartos de baño y ha sido la residencia de la realeza, pero Isabel II ha tenido otros planes. Mientras tanto, la principal tarea por estos días es trasladar 200 pinturas, 40 candelabros, 100 espejos y 30 relojes a un lugar seguro.
Isabel II ha decido que su lugar en el mundo, al menos recientemente y por la pandemia, sea el Palacio de Windsor. Allí la Reina pasó su infancia y su adolescencia junto a su hermana, la princesa Margarita. Desde la II Guerra Mundial, la soberana ha tenido allí la comodidad que no halló en Buckingham.
Volviendo a la remodelación de Buckingham, se espera que esté lista en 2027. Según ha publicado el Daily Mail, Isabel II se prepara para la operación Golden Orb, es decir, la coronación del príncipe Carlos. De todas maneras, hay Reina para rato, ya que se estima que en junio se celebren oficialmente sus siete décadas de su reinado.
Así, el Palacio de Buckingham estará preparado para una nueva era. La restauración era necesaria para uno de los edificios más emblemáticos del Reino Unido. Lo que no podrá salir a la luz durante las reparaciones será la infinidad de secretos que esconde entre sus paredes, como el mito de que posee una línea de ferrocarril subterránea.