Pablo Urdangarin no ha tenido tiempos fáciles. Con tan solo 21 años ha debido soportar muchas cosas que a su corta edad son difíciles de sobrellevar. Las denuncias por corrupción que pesan sobre su padre, las constantes críticas de los medios hacia su entorno familiar, el divorcio de sus padres que por supuesto estuvo en boca de todo el mundo, etc.
La realidad ahora indica que su padre ante tamaños problemas ya se ha visto imposibilitado para mantener a su familia por sus complicaciones con hacienda que lo han llevado al borde de la quiebra. Es por todo ello que el muchacho prácticamente es mantenido por su madre, la Infanta Cristina, y no puede acudir a su padre cuando de problemas económicos se trata
Algunos allegados comentaron que Pablo Urdangarin se ha visto envuelto en una profunda depresión por toda la situación. La separación de sus padres le ha sentado muy mal y en materia económica no puede mantenerse por sí mismo. Todos saben que es una gran promesa en el balonmano y actualmente juega en el equipo del Barcelona buscando ser la leyenda que fue su padre, pero la realidad es que no percibe ningún sueldo y juega de manera gratuita buscando llegar al plantel profesional.
Por lo tanto, al no recibir ningún tipo de remuneración de parte del club, por el momento depende 100% de su madre. Distinta es la situación de la hermana de Pablo Urdangarin, Victoria Federica que se ha hecho un lugar en el mundo de los influencers y llega a cobrar la exorbitante suma de 3000 Euros por cada aparición en eventos los cuales son muy habituales por su popularidad.
En resumen, Pablo Urdangarin y su madre la Infanta Cristina, viven gracias al sueldo que percibe la hermana del rey por trabajar en la fundación Aga Khan donde cobra ni más ni menos que 400 mil Euros anuales. Con ello pueden mantenerse tanto la madre como el muchacho.