La Infanta Cristina viene atravesando meses muy complicados a nivel personal. Los rumores sobre la mala relación con su madre, la Reina Sofía, son cada vez más frecuentes. Pero lo que más la ha afectado fueron las fotos del ex duque de Palma paseando con una misteriosa mujer: Ainhoa Armentia.
Ante esta situación, la Infanta Cristina tomó la decisión de separarse de Iñaki Urdangarin. Desde comienzos de este año, Cristina vive sola con su hija menor Irene, en Ginebra, y a pesar de los esfuerzos que toda la familia real ha realizado para que la separación no afecte tanto a la menor de la familia, Irene aún se muestra enojada por todo el daño que su padre le causó a la familia.
De entre todos los hijos de la Infanta Cristina, Irene es quien se ha visto más afectada por la separación de sus padres. La joven de 16 años se ha convertido prácticamente en el paño de lágrimas de la Infanta Cristina. Irene ya ha decidido apoyar a su madre en todo este proceso, y es por eso que casi no frecuenta a su padre, a Iñaki.
Hace un par de días atrás Iñaki viajó a Ginebra a pasa tiempo con Irene pero la joven se mostró muy alejada de su padre, apenas le dirige la palabra, y a éste se lo vio con una expresión “apesadumbrada y suplicante”. Además, hay que sumarle que la relación de Irene con su familia paterna no sería para nada parecida a la que mantiene con la familia de su madre.
Irene es la sobrina del Rey Felipe, y es la hija menor del matrimonio de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Actualmente, la joven lleva una vida muy discreta entre Barcelona y Ginebra desde 2012 cuando comenzaron los escándalos que involucran a su padre. Además, es una de las nietas favoritas de la Reina Sofía.