Máxima de los Países Bajos es una de las “royals” más queridas de las familias reales europeas. La joven conoció a Guillermo de Orange en 1999 en la Feria de Sevilla a la que ambos asistieron por separado y sin intenciones de buscar pareja: Máxima, de 28 años en aquel entonces, bailaba eufórica, enfundada en un vestido de gitana. La brillante y joven ejecutiva no se percataba que el entonces Príncipe de Holanda la miraba embelesado.
Máxima y Guillermo de Orange contrajeron matrimonio el 2 de febrero de 2002, en una espectacular ceremonia religiosa en la Iglesia Nueva de Ámsterdam, Nieuwe Kerk, y lo celebraron con una fiesta para casi dos mil invitados en el Palacio Real, a la que asistieron la mayoría de las Casas Reales de Europa.
Once años después, el 30 de abril de 2013 Máxima Zorreguieta fue ungida como reina consorte de los Países Bajos. Un hecho que para Argentina fue muy importante, ya que por primera vez en la historia, una argentina sería reina de una corona europea. Ese día, la “Maximanía” estuvo en todo su esplendor. Las vidrieras de las boutiques copiaban su look y su foto junto al futuro rey se reproducía en platos, tazas, banderines y todo tipo de souvenirs. La gente iba vestida con los colores de la corona de la cabeza los pies y el merchandising se vendía en cada esquina.
Máxima arribó ese día a la Iglesia Nueva con un diseño del holandés Jan Taminiau, y llevaba puesta la tiara de diamantes y zafiros que el rey Guillermo III regaló a la reina Emma en el SXIX. Las tres hijas del matrimonio también asistieron vestidas de color azul cobalto. Mientras tanto, el rey Guillermo optó por un frac, con chaleco blanco y pajarita, y lució el manto real de armiño que la reina Beatriz llevara en 1980 en su coronación, una copia del original de 1815 que se usó durante la entronización de Guillermo I.
“Durante 33 años mi querida madre ha cuidado con esmero la confianza dada. Ha defendido siempre los valores que definen nuestra Constitución. Fue usted una Reina completamente consciente de su responsabilidad como Soberana. Se dedicó usted con total dedicación a sus obligaciones. Pero fue usted también hija, esposa, cabeza de familia y madre. Hoy quiero rendir homenaje a cada una de sus facetas, especialmente en los tiempos de dificultades. Incluso en los días de tristeza fue usted de la forma más cariñosa un apoyo incondicional para todos nosotros. Sé que transmito los sentimientos de muchos en Holanda y en las Antillas Holandesas cuando afirmo: '¡Gracias por todos estos bellos años en los que usted ha sido nuestra Reina!”, aseguró en un discurso muy emotivo Guillermo de Orange.