La Met Gala es sin dudas uno de los eventos del universo de la moda más importantes. Todo el mundo se paraliza para poder presenciar o asistir a este evento al cual le sobra glamour y seguramente dictamine cuál será la moda en el tiempo cercano. Todas las mejores marcas quieren estar presentes y todas las modelos mueren por poder figurar en lo que es la madre de las galas.
La alfombra roja se despliega en las puertas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York para dar vida a la Met Gala donde se ha marcado como una edición de la Edad Dorada de Estados Unidos entre 1870 y 1890. Algo tan extravagante y ostentoso ha generado que todos los vestidos y looks sean recargados, corsets, mangas abullonadas y todo tipo de artículos que recordaban a esa etapa tan especial.
Pero hubo una imagen que volvió a la mente de todos los presentes y quienes siguieron la gala y fue el mítico vestido que escogió lucir la querida Lady Di en la Met Gala del año 1996. Aquel evento fue realizado en diciembre y Diana ya estaba divorciada del Principe Carlos por lo que los protocolos reales podían ser salteados sin problemas, es más, daba la impresión que ella disfrutaba el hecho de saltearlos.
Con una personalidad más que fuerte y lejos de ser sumisa, Lady Di optó por un vestido atrevido que desafiaba con un estilo de lencería y descubría gran parte de su pecho. El mismo contaba con detalles de encaje de color azul. Su creador era John Galliano para la prestigiosa marca Dior.
La particularidad de aquella noche fue que Lady Di decidió retirarse sumamente temprano del evento generando sospechas en todo el mundo. La justificación fue el hecho de que contaba con mucho cansancio por el jet lag que le produjo el viaje, pero las malas lenguas afirman que ella no se sentía nada cómoda exponiéndose con ese vestido que descubría tanto su pecho y con encajes tan provocadores.