La Reina Isabel II es una de las personas con más guardia personal en el mundo. Su imagen es muy importante para el pueblo británico por lo que las 24 horas del día existe una guardia especial para garantizar la seguridad y vida de la reina de Inglaterra.
Lo curioso es que por estas horas, el servicio de inteligencia que vela por la seguridad de la Reina Isabel II, está ocupado en un caso que ha rosado entre lo peligroso y lo bizarro. Existen ciertos precedentes de personas que han podido sortear la seguridad real y hasta han logrado ingresar a los aposentos de la reina por lo que este caso no es una novedad del todo, pero sí parece increíble que con la tecnología que hoy se aplica en seguridad no se haya podido detectar este tipo de caso.
El caso que envuelve a la seguridad de la Reina Isabel II, trata de un hombre que se presentó el 26 de abril en las puertas de Windsor, recinto donde reside la reina de Inglaterra, diciendo ser un sacerdote con la necesidad de visitar los aposentos. Lo más curioso es que haya podido ingresar al sitio sin ningún tipo de identificación acreditativa de su identidad.
Este falso sacerdote, del que aún no se sabe, nombre, edad ni apariencia se habría presentado diciendo que era amigo personal del capellán militar de los llamados Guardias de Coldstream, el regimiento del ejército británico encargado de funciones más domésticas en los aposentos de la Reina Isabel II. Simplemente con esta mentira fue invitado a pasar a las barracas internas y compartir una amena y alegre cena con los allí presentes.
Para perjuicio del impostar parece que comenzó a contar historias poco creíbles sobre locas aventuras que había vivido lo que hizo saltar las alarmas en la seguridad y terminaron por detenerlo al descubrir el chantaje. De ahora en más la seguridad tendrá que tomar medidas más rigurosas frente a las visitas de la Reina Isabel II.