Muchas veces queremos comprar un perfume en algún salón o perfumería y encontramos que es señalado como fragancia, inmediatamente nos siembra la duda del porqué figura bajo ese nombre y la respuesta es muy sencilla pero a la vez interesante. Notaremos que están las palabras como olor, fragancia y perfume que aunque parezcan sinónimos o que tienen el mismo significado, técnicamente no es así.
La descripción de perfume según la RAE es ““una sustancia, generalmente líquida, que se utiliza para dar buen olor”, mientras que la fragancia se describe como “olor suave y delicioso”. Evidentemente la palabra olor es la que las relaciona pero con algunos leves matices que las diferencian.
Por ende en los más prácticos y esenciales el perfume es el líquido que sirve para dar buen olor y contiene ciertas características que le permiten cumplir tal función, mientras que la fragancia es una de esos productos en sí que pueden dar ese buen olor. Uno tiene la función de hacer algo, mientras que el otro lo es en sí mismo.
Pero esto no queda aquí porque según los expertos existen ciertas cualidades de cada uno que van en base a la intensidad y la densidad. Las fragancias están compuestas por una serie de notas distintivas que se dividen jerárquicamente en una pirámide olfativa: notas de salida, notas de corazón y notas de fondo.
Con respecto a los perfumes, se basa en una concentración de esencia aromática de entre un 20% y 30%, a diferencia del agua de perfume (eau de parfum) con 15% a 20%, del agua de tocador (eau de toilette) con 10% a 15% y la colonia (eau de cologne) con 2% a 6%, aproximadamente. Como verán las fragancias por sus tintes olfativos mientras que el perfume es una cúmulo de porcentajes que darán determinados resultados de olor.