No existe persona en el mundo que no conozca el nombre de Roger Federer. Considerado uno de los mejores tenistas de la historia, el suizo se ha retirado recientemente pero detrás de él ha dejado un legado más que difícil de superar. Sus increíbles récords sólo quedan minimizados por su agradable y humilde personalidad que ha dejado al mundo atónito.
Pero independientemente del buen tenis y todas las copas levantadas, también existe una gran fortuna que se supo construir de cero y que es en el presente una de las fortunas más grandes realizadas en el mundo del tenis. Es sabido que si uno realiza una buena carrera en este deporte puede llegar a ganar mucho dinero, pero lo complicado es saber manejarlo y administrarlo, esto es algo que supo hacer a la perfección su esposa, Mirka Vavrinec, el cerebro de todo lo generado.
Por supuesto que el indispensable es el jugador, en este caso Roger Federer, pero también se necesita un cerebro y en eso Mirka parece ser una de las mejores cosas que le pudo pasar al suizo en su carrera. Ella supo ser jugadora profesional pero en el año 2002 una lesión en el tobillo la alejó de las canchas y fue allí donde conoció a Roger con quien tuvo muy buena química y terminaron casándose y teniendo 4 hijos.
Con el tiempo se convirtió en su manager y es quien le ha conseguido todos estos años los mejores contratos y los negocios más productivos para que su patrimonio no pare de crecer. Las cifras que han ganado juntos rondan la mareante suma de 550 millones de euros, los cuales serían mucho menos sin la mano de Mirka Vavrinec.
Este es un verdadero caso donde “detrás de todo gran hombre existe una gran mujer”, Mirka Vavrinec es el claro ejemplo de la popular frase.