Con el avance de las tecnología en cosmética se ha ido evolucionando en poder funcionar la naturaleza con la belleza. Los químicos pueden ser nocivos con nuestra salud y a largo plazo se están pudiendo ver los perjuicios que estos pueden tener para con las personas. Es por ello que desde Andalucía, puntualmente Sevilla, la empresa cosmetóloga "Secretos del agua" trabaja con esta coloración natural en diferentes centros de peluquería de todo el país a los que distribuye sus productos y forma en su utilización.
De esta manera "Secretos del agua" explica cómo es su metodología en su web: “El equipo de investigación de Secretos del Agua ha conseguido crear una coloración natural respetuosa con las personas y el medioambiente. Una nueva cultura de color, sin amoníaco, que no daña el cabello y crea una capa protectora”.
Más allá de una coloración natural y responsable, estos barros son una mezcla perfecta de minerales y extractos de plantas como el Índigo, la Camelia o la Linaza, pigmentos que han sido especialmente seleccionados por su afinidad con la queratina del cabello.
Los pigmentos de los barros personalizan el tono en cualquier gama (rubios, castaños o cobrizos), de este modo se obtiene un color único y diseñado para cada persona según su color natural. Esto funciona incluso cuando lo que se busca, no es tanto el color como la fuerza y brillo que aportan los barros al cabello.
La diferencia principal con una coloración tradicional es que no tienen oxidación y no modifican la estructura del cabello. Lo que hacen los barros es reforzar el cabello, darle más grosor y además de dar color a la cana es todo un tratamiento medicinal para el cuero cabelludo. Es por ello que sin duda alguna la mutación de lo artificial por lo natural es el gran camino de la cosmetología