Aunque esto parezca una locura hasta que no comienza a rodar el balón, cualquier país puede ser eliminado y reemplazado por la selección que haya quedado en la siguiente posición para ingresar en el continente del país eliminado.
El país en cuestión es Túnez y la FIFA está pensando seriamente en prohibir su participación si los problemas extra futbolísticos por los que atraviesa no se solucionan rápidamente. En cuanto al fútbol no existe ningún impedimento para que jueguen pero en este caso se ha entrometido la política y los funcionarios quienes a través de sus conflictos están perjudicando a los deportistas y al pueblo de Túnez que no sabe si finalmente participará en la copa del mundo.
El último miércoles, FIFA pidió a la Federación Tunecina de Fútbol un análisis profundo de la situación que se está viviendo actualmente. La federación local presidida por El Jary desde 2012 entró en conflicto con el Ministro de Juventud y Deportes de Túnez, Kamel Deguiche. Unas declaraciones del funcionario gubernamental fueron interpretadas como una posible intromisión del poder político en la estructura del fútbol, algo que la FIFA prohíbe por estatuto.
Ante este conflicto la FIFA ha lanzado un comunicado advirtiendo a Túnez que debe solucionar inmediatamente su conflicto interno: "Nos ha llamado la atención que las autoridades estatales parecen querer interferir en los asuntos y la gestión de la FTF, en particular al considerar la disolución de la Oficina Federal de la FTF. A este respecto, nos gustaría recordar que las asociaciones miembro de la FIFA están obligadas estatutariamente a gestionar sus asuntos de forma independiente y sin influencias indebidas de terceros"
Y remató con la posible suspensión: "El incumplimiento de estas obligaciones puede dar lugar a las sanciones previstas en los Estatutos de la FIFA, incluida la suspensión de la asociación en cuestión, incluso si la influencia de un tercero no es atribuible a la asociación miembro".