Las telenovelas turcas tiene ese algo que conquistan el corazón del público, principalmente algunos personajes de estas. La mayoría de ellas tienen éxito en todo el mundo, incluso en España, donde las tramas de cada una de estas series son vistas por miles y miles de personas que no se pierden un solo episodio.
Dentro de las telenovelas turcas hay un personaje muy recurrente y es que aquel personificado por algún actor o actriz madura, que suele ser una especie de matriarca o sabia dentro de la familia a la que pertenecen los personajes principales. Este tiene la particularidad de caer muy simpático entre los espectadores y en la mayoría de los casos es una mujer la que personifica tan importante papel.
Uno de los ejemplos se encuentra con Serpil Tamur. Esta actriz nació en 1944, y si por el nombre no te das cuenta de quién es ella, se trata de la persona que se convirtió en Haminne en la telenovela turca Züleyha. Allí, su personaje tiene Alzheimer y es madre de Hünkar (Vahide Perçin).
La actriz Güven Hokna es otra de las que ganó el corazón de todos los espectadores a través de su personaje Sükran en Hercai. Ella se incorporó a la mitad de la telenovela turca y, si bien no llegó hasta el final, fue suficiente para convertirse en un personaje clave de la historia. Con 76 años, si uno compara su personaje con ella en la vida real, las verá muy diferentes.
Nursim Demir fue Saniye, la anciana de Fugitiva. En la telenovela turca se mostraba como una mujer muy madura, a pesar de que en la actualidad tiene solamente 70 años. Como madre de los hermanos Kaleli y un carácter muy duro y testarudo, se terminó convirtiendo en toda una referente del programa.
Finalmente está Ipek Bilgin, quien fue Esma Boran en la telenovela turca Nuestro Amor Eterno. Ella también sufre de Alzheimer aunque en su etapa inicial. Su personaje comenzó siendo la de una suegra que se resiste a que su hijo haya encontrado el amor, para finalmente convertirse en una de las mejores aliadas de su nuera.