Coger un vuelo para realizar un viaje suele ser una experiencia sumamente interesante. Sea que ames los vuelos o que los odies por el temor al avión, el volar no es una experiencia más en nuestras vidas. Lo que pocos saben es que los vuelos vienen cargados de secretos y protocolos que ni siquiera imaginabas que podían llegar a existir, y el mero hecho de romper cualquiera de sus detalles puede poner en peligro el vuelo entero.
El primero de ellos es que tanto el piloto como el co-piloto tienen comidas completamente distintas. Esto se realiza mayormente en vuelo comerciales de larga duración por el hecho de que si la comida llega a estar en mal estado y alguno sufre algún problema de salud, siempre uno quede en buenas condiciones para pilotar la nave, no puede suceder que los dos caigan enfermos durante el trayecto.
¿Alguna vez has visto un piloto con barba? Eso es imposible ya que lo tienen completamente prohibido. El motivo es por el hecho de que si existe una complicación y deben utilizar las mascarillas de oxígeno la barba podría no permitir el perfecto sellado de la mascarilla y complicar la respiración del piloto.
Muchas veces nos preguntamos ¿A dónde van los desechos del vuelo? Existe un gran tanque de contención como en los baños químicos donde se pueden verter hasta 250 litros de desechos que luego en tierra son retirados en camiones especiales.
Las luces del avión se apagan intencionalmente durante el despegue y el aterrizaje. Las luces de la cabina de pasajeros se reducen deliberadamente durante el aterrizaje y durante el despegue. Esto se hace para que los ojos de los pasajeros se acostumbren a la oscuridad. De esta forma, en caso de una emergencia, los pasajeros podrán ver las señales de salidas de emergencia claramente. Sin embargo, algunos pilotos y comisarios afirman que esto se hace para ahorrar energía. Así que ya sabes, hay muchas cosas dando vueltas mientras tú descansas en tu asiento.