El 18 de diciembre quedará para siempre como la gran noche de Lionel Messi. El jugador argentino formado en Cataluña vivió la experiencia que había soñado toda su vida: Ser campeón mundial con su querida selección Argentina. Se preparó toda la vida para ello pero lamentablemente la mala suerte y muchos contratiempos hicieron que esta felicidad le fuera esquiva, pero todo eso se terminó.
Francia y Argentina se batían a duelo para descubrir quién lograría la gloria eterna y quien se quedaría a las puertas de una de las alegrías más grandes que puede llegar a dar el fútbol. Cómo todo gran éxito, costó mucho alcanzarlo y Lionel Messi y compañía debieron sufrir más de la cuenta.
El primer tiempo fue puro dominio Argentino al punto en que Kylian Mbappe y compañía pasaron completamente desapercibidos. Dominio, ataques, control en todas las zonas, por donde lo mirasen Argentina hizo lo que quiso, tanto fue así que se fue al descanso ganando cómodamente por 2 a 0. Todo siguió en esa tónica hasta el minuto 80. Penal para Francia y 2 a 1. Minuto 81, jugada espectacular de Mbappe que cruzó un balón y 2 a 2. Argentina enmudecida.
Partido para el infarto y alargue. Lionel Messi casi lo gana con un gol un tanto complejo que puso a su selección arriba por 3 a 2, pero un nuevo penal para Francia permitió a Kylian Mbappe anotar el 3 a 3 final y forzar los penales. Allí sí que fue un verdadero sufrimiento para ambos países que ya estaban exhaustos de tanto juego.
En la tanda de penaltys Argentina y su portero “Dibu Martinez” hicieron prácticamente todo bien. El excéntrico guardameta detuvo 2 tiros franceses mientras que Lionel Messi y compañía convirtieron todas sus chances. La copa finalmente se fue para Argentina y Lionel Messi ya puede descansar tranquilo