El 18 de diciembre será recordado por siempre como el día en el Lionel Messi y compañía lograron por fin el gran sueño de llevar a la selección Argentina a lo más alto del fútbol mundial. Mucho se habló del hecho de que el jugador rosarino necesitaba este título para finalmente demostrar que era el mejor de todos los tiempos, y así fue.
No hace falta aclarar que Argentina es un país que vive por y para el fútbol. Tanto en sus ligas como en los partidos de la selección nacional vemos que sus fans son los que más gritan y en enloquecen por esta gran pasión que tienen con el deporte más famoso del mundo. Fue una grata sorpresa ver como miles de Argentinos viajaron hasta Qatar para apoyar a su Messi y sus muchachos y al parecer tanto esfuerzo valió la pena.
En todos los partidos en que jugó Argentina, sus fans fueron la mayoría. Siempre se destacaron en los estadios en los que se presentaron y al grito de “somos locales otra vez” demostraron su supremacía en todos los aspectos”. Esto nos hace pensar que si hay alguien que se merecía una victoria de este tipo fue el pueblo argentino.
Pero no todo fue color de rosas. Los jugadores y Messi llegaron a Ezeiza alrededor de las 3 AM en un vuelo directo desde Roma y a esa hora ya los esperaba una multitud. Una enorme fiesta con caravana hasta el obelisco estaba programada para que todo el pueblo argentino pudiera ver a sus campeones pero la algarabía y la locura primaron por sobre la cordura.
Lamentablemente siempre algún desubicado da la nota y esta vez no fue la excepción. Dos personas brincaron desde un puente hacia el bus sin techo que trasladaba a los jugadores y por medidas de seguridad debieron suspender los festejos. Las imágenes son increíbles pero lamentablemente la gente que esperaba en el Obelisco no pudo ver el evento que tenían preparado.